Este año ha llovido 'con cabeza', con precipitaciones abundantes pero no dañinas durante el invierno y tiempo seco pero no excesivamente caluroso, incluso con noches frescas, en lo que llevamos de verano. Esta combinación ha permitido que la cosecha de uva de vino se prevea excelente, según la mayoría de las bodegas pitiusas de las indicaciones geográficas 'Vi de la Terra' de Eivissa y de Formentera. Eso sí, los productores siguen pendientes del cielo a la espera de que trombas veraniegas no arruinen la añada de aquí a principios de octubre, cuando se recolectarán las variedades más tardías.
El jueves empezaron los trabajos de vendimia en las bodegas Ca'n Rich, con los primeros racimos de chardonnay, a la que siguió Ca'n Maymó un día después, según explicó uno de los socios de la primera y propietario de la segunda, Antonio Costa. «Ahora la producción es fabulosa, muy buena, de forma que la producción de vino será 'muy buena' o 'excelente', si no hay un chaparrón que dé al traste con las previsiones», apuntó.
En comparación con 2008, cuando se dieron lluvias abundantes en mayo y junio, este año «no se ha tenido que quitar uva» de modo que la producción de Ca'n Rich oscilará entre los 100.000 y los 110.000 kilos, mientras que en Ca'n Maymó estará sobre los 30.000 o 35.000 kilos. En litros, la cifra serán de unos 75.000 en la primera bodega y 25.000 en la segunda.
Completar la maduración
En Sa Cova van analizando la maduración de las uvas hasta que llegue el grado óptimo para la recogida, algo que se prevé a fines de la semana entrante para las primeras variedades, apuntó Joan Bonet, propietario. «Empezaremos con las syrah, tempranillo y algunas uvas de blanco», explicó.
La calidad se prevé 'excelente', añadió el vinatero, quién apuntó que «se espera una cosecha similar a la del año pasado, quizás un poco superior en algunas variedades», de forma que la producción estará sobre los 30.000 kilos y las 25.000 botellas.
La bodega Cap de Barbaria es la que prevé un inicio más tardío. «Por los controles de maduración creemos que empezaremos a finales de agosto o principios de septiembre», apuntó José Font, administrador de la empresa, quién añadió que la variedad más avanzada es la merlot.
«Las parras están muy sanas. Este será un año de producción media en el que no hemos tenido que sacar uva. Se presenta muy bien aunque quedan tres semanas muy importantes para completar la maduración», consideró, para añadir que prevé recolectar 15.000 kilos de uva que darán para unos 5.000 litros de vino.
La difusión de los caldos pitiusos se centra fundamentalmente en el mercado de las Islas y en ventas en otros enclaves españoles como la zona de Levante (Cataluña y Comunidad Valenciana). Igualmente también se mantiene, de media, un 20% para la exportación. En los tres mercados, y de forma generalizada en las bodegas consultadas, las ventas se han resentido debido a la crisis, si bien no en cifras que supongan recortes considerables. «Las ventas han bajado pero siguen dentro de la normalidad, no creo que sea un desastre», apunta Joan Bonet. «Hemos bajado un escalón pero está dentro de lo normal», apunta por su parte Antonio Costa, que resalta las dificultades que tienen los restaurantes de las Islas para vender vinos locales. «Tenemos una producción pequeña y no se nota tanto, aunque la pequeña exportación a Estados Unidos es la que más se ha resentido», señaló José Font.