Roma no pudo invadir Eivissa. Cartago demostró su superioridad en una batalla que duró casi una hora. Ya a primeras horas de la tarde, el ejercito cartaginés se conjuraba en la entrada del Ayuntamiento con los ánimos muy cargados. Al son de 'A por la victoria' o 'Cartago vencerá', los soldados esperaban ansiosos el encontronazo con los romanos, que se produciría minutos más tarde en la playa de s'Arenal. Carlos, coronel cartaginés, daba fuerzas a sus compañeros: «Vamos a ganar porque somos mejores, más fuertes y mejor preparados. ¡Arriba Cartago!».
Después de un desfile por las calles de Sant Antoni mostrando sus armas y pinturas de guerra, el ejército cartaginés se dispuso a subir a los barcos que lo desplazaría hasta la playa, donde esperaban los romanos con hambre de conquista. Una conquista que desde el primer momento pareció demasiado dificultosa, ya que las tropas cartaginesas superaban en número y fuerzas a las de Roma.
Los tomates esperaban en la playa. Y los romanos, también. Pocos minutos pasadas las siete de la tarde los barcos con bengalas rojas hicieron su aparición a lo lejos, en el mar. Llegaba el momento de la gran batalla. El speaker explicaba la historia de Eivissa, sus pueblos invasores, el dominio durante siglos de Cartago, la voluntad de Roma por conquistar la estratégica isla.
Una vez que los de Cartago desembarcaron, los gritos por parte de los dos ejércitos marcaron el inicio de la batalla. Los tomates volaban contra los escudos protectores, el mejor aliado de los luchadores. Pronto, los cartagineses hicieron notar su superioridad, y el equipo romano retrocedía poco a poco. Con gritos de ánimo por parte de los centenares de personas testigos de la lucha en Sant Antoni, Cartago finalmente se impuso a Roma en un final de batalla de lo más intenso. Bajo gritos de euforia, saltos y cantos, los cartagineses demostraron que el territorio ibicenco es suyo, al menos durante un año, hasta que se produzca la próxima batalla.
Con esta victoria, el ejército cartaginés deshizo el empate existente hasta ahora, ya que el marcador estaba en un dos a dos, resultado de las cuatro ediciones anteriores de la lucha. Remarcable también fue el hecho de que se batió un récord de participación, ya que la playa registró un lleno total.
Marina Bonet