TORRES BLASCO/CLAUDIA ROIG
El presidente del Govern, Francesc Antich, ha dejado en manos de los consellers Albert Moragues y Carles Manera el complejo movimiento de piezas que, en los próximos meses, se traducirá en un recorte de cargos de segundo nivel de las distintas conselleries (principalmente direcciones generales), consorcios y empresas públicas.
Esa es una de las claves de la remodelación, según la información que ha podido recabar este periódico. Carles Manera se convierte tras la remodelación en un 'hombre de números' y pasa a Interior las competencias de Innovació. El president Antich piensa que Pilar Costa puede sacar a este área mayor rendimiento político.
El proceso de 'adelgazamiento' de la Administración autonómica no será de un día para otro y es posible que los Presupuestos del próximo año no reflejen aún el organigrama definitivo. Desde Presidència, que también pierde competencias, se realizará una compleja labor de 'compactar' las disensiones que puedan surgir entre los socios del Pacte ante el recorte de cargos.
«Ahora empezarán a caer direcciones generales», dijo a este diario un relevante cargo poco antes de que Antich presidiera la toma de posesión de Pilar Costa como consellera d'Interior, Innovació i Justícia y de Bartomeu Llinàs como titular d'Educació i Cultura.
Además de Costa y Llinàs, también Carles Manera 'prometió' el cargo, ya que su conselleria ha cambiado de nombre.
Durante la toma de posesión, el president Antich explicó que el objetivo de la remodelación es coordinar bien el Govern y los consells insulares, ante el traspaso de competencias, y crear una estructura que sea de unidad para los ciudadanos», que son a quienes se busca «servir mejor».
El president, que también elogió la labor de las conselleras saliente, «dedicación y esfuerzo a los nuevos consellers». Reclamó que «el diálogo» sea su «talante» y su principal aliado a la hora de desarrollar las bases que se han sentado en sus departamentos en los dos primeros años de la actual legislatura. «Tenéis que poner en ello toda vuestra capacidad, porque así es como os lo exige la ciudadanía», dijo.
Las conselleras salientes, Leciñena y Galmés mostraron cierta 'decepción' por el modo en que habían sido desalojadas del Govern. Galmés sabía hace dos semanas que iba a caer. Leciñena piensa que más que problemas de gestión, su salida se expresa por las diferencias partidistas del PSIB.
Tras tomar posesión de su cargo, Llinàs y Costa participaron en la sesión parlamentaria que inauguraba el curso político.
La ya ex consellera d'Interior Maria Àngeles Leciñena explicó ayer que ha vivido su salida de la Conselleria con «total normalidad». «Los cargos tienen un inicio y un final; yo sabía que la primera candidata para este cargo había sido Pilar Costa, que me imagino que tendría sus motivos para no aceptar, y sabía que cuando esos motivos desaparecieran se lo volverían a ofertar», relató Leciñena, que está «satisfecha» porque Costa «es una buena candidata». «Es una persona que ha demostrado en todos sus cargos que tiene mucha capacidad, además de que hemos compartido muchos momentos, es cercana y si me toca hacer un relevo prefiero que sea ella», añadió Leciñena.
La ya ex consellera indicó que ella también ha oído los rumores que hay sobre que Antich la ha sustituido por enfrentarse a Xico Tarrés en el congreso socialista del año pasado. «También me han comentado que éste era el motivo, pero no lo puedo desmentir ni afirmar, esa pregunta no la tengo que contestar yo», indicó Leciñena, que indicó que Antich siempre ha estado «satisfecho» con su trabajo y «no tiene quejas» sobre su gestión. «Él habrá tenido sus motivos y yo los respeto», añadió la ex consellera, que aseguró que su cese no tiene nada que ver con el presunto uso indebido de un helicóptero por parte de su Conselleria. De hecho, asegura que Antich sabe lo que ocurrió. De hecho, la única espina clavada que le queda de haber sido sustituida es que tenía pendiente presentar en el Parlament el nuevo modelo de Policía Local e iba a «dar la cara» en una comparecencia por el tema del helicóptero, en la que iba a aportar documentos y grabaciones para demostrar que «no se hizo ningún uso indebido del helicóptero».
Ahora Leciñena volverá a su trabajo como médico de Urgencias. «Echaba mucho en falta mi profesión y estoy muy contenta de poder volver a ejercerla».