Max tiene seis años y desde hace algo más de uno es aficionado a patinar en línea. Ayer acudió en compañía de sus padres a la segunda edición del festival Oktoberkrak para demostrar la destreza que va adquiriendo con horas de práctica en su casa: «Me gusta porque me lo paso muy bien», afirmó tímido el pequeño para segundos después ir hacia las pistas del párking de Gesa y continuar patinando con sus amigos. Unos metros más allá, Pedro hacía piruetas con una bicicleta BMX, una de las novedades de la edición de este año: «Soy aficionado a BMX urbano desde hace 20 años. Para mí es un estilo de vida porque he conocido gente muy diferente a mí en cuanto a personalidad, pero con la afición en común del BMX. Cuando te pones a practicar este deporte las diferencias quedan apartadas». Y añadió: «Además es un deporte alternativo que con la madurez se sigue practicando, no es como el fútbol que cuando los niños crecen acaban por abandonarlo». Mientras los aficionados al skate, patines, BMX e incluso patinetes se movían fuera del recinto habilitado para las competiciones, en las pistas los participantes sorprendían al público con sus «trucos», como decía el speaker del evento para conseguir en un minuto y medio la máxima puntuación. «Nos lo hemos encontrado de casualidad porque volvíamos de Sant Jordi. Estamos con nuestros dos hijos de ocho y diez años y creo que se lo están pasando bien», explicaba Antonia mientras observaba las piruetas de los más jóvenes: «Me parece una iniciativa muy buena, pero sí que es cierto que faltan pistas porque creo que hay muchos chavales a los que les gustan estos deportes urbanos». Ya por la tarde llegó la mejor música hip hop local con artistas como Explícito y Astro, por ejemplo.
María José Real