Para mí la música ha sido y siempre será una terapia, pero creo que lo es no sólo para el que canta sino también para quien la escucha». Así define el cantante Antonio Orozco la que es su profesión desde hace más de diez años. El artista visitará el campo de fútbol de Santa Gertrudis el domingo 22 en el que será el único concierto gratuito de su gira Renovatio. En su cuarta actuación en Eivissa, el artista mezclará sus últimas composiciones, como el tema presentación del disco Qué me queda o Yo se de ti, su preferido «por los recuerdos que me devuelve», precisa, con canciones anteriores.
- ¿Qué es lo que más te gusta de Eivissa?
-Es un sitio pequeño para la cantidad de absorción de turismo que tiene. Me fascina la forma de trabajar del ibicenco, sobre todo los que se dedican a la hostelería, que son unos genios, pero lo que realmente me encanta es que en Eivissa se vive.
- Del proceso de cambio surge 'Renovatio'...
-Los cambios se deben aplicar siempre que uno tiene en mente nuevas metas y para poder seguir aprendiendo de la música y de la vida. Además creo que el proceso de cambio es intrínseco a la persona. Que las cosas vayan bien no significa que uno se tenga que estancar ni conformar; no creo que esa actitud sea positiva en la vida.
-¿Qué queda del Antonio Orozco que empezó hace 10 años?
-Sigo más o menos en el mismo sitio, con mis amigos, mi familia y mis costumbres. Lo único que ha cambiado en mí es que tengo más experiencia en el escenario y en la vida.
-¿Cuáles son esas costumbres?
-Soy muy de mi barrio. Por poco tiempo que tenga siempre me gusta pasar a saludar a mis amigos, a ver a mi familia. Sí que es verdad que muchas veces la distancia aturde, pero me mantengo en el mismo lugar.
-Muchos de tus seguidores se preguntan por qué has tardado tres años en sacar disco
-El compromiso con la gente es grande. No se puede sacar de repente un disco que no esté a la altura de las condiciones, de las expectativas. Renovatio ha necesitado tres años porque había muchas ideas y creo que el resultado es apasionante, sobre todo por la respuesta del público, que ha sido alucinante en tan poco tiempo. Vamos consiguiendo cada día un objetivo nuevo.
-¿Un exceso de confianza puede ser contraproducente en el mundo de la música?
-Absolutamente, pero no sólo en la música porque el exceso de confianza te lleva a cometer errores con más facilidad. De lo que se trata es de hacer las cosas con la misma ilusión, el mismo empeño y las mismas ganas que la primera vez.
-En más de una ocasión has dicho que 'Devuélveme la vida' lo cambió todo, pero ¿no te has cansado de cantarla?
-No exactamente. Lo que sí es verdad es que hay canciones que con el tiempo tienen que ir dejando paso a las demás y lógicamente Devuélveme la vida es uno de esos casos. Sería una hipocresía por mi parte decir que me he cansado de cantarla, pero sí que es cierto que me apetece más cantar otros temas nuevos.
-¿Cómo consigues transmitir tantas emociones en los tres o cuatro minutos que dura una canción?
-Me parece que solamente existe un denominador común en todas ellas: la verdad. Si cuentas verdades hay muchas posibilidades de que la persona que te escucha se sienta identificada contigo y de que le llegue el mensaje y su música.
-Algunas críticas te tildan de demasiado romántico...
-Me gustaría serlo más, ser más dulce. ¿Qué sería de la vida sin el amor? Es que es muy relativo porque hay amor en todo lo que se supone que haces. En las canciones más sociales también hay parte de amor.
-¿El amor está en crisis?
-Creo que no, cambian las formas, las realidades, pero no está en crisis, aunque sí que creo que hay cosas que le pueden hacer entrar en crisis, como el dinero, que cuando falta nos fastidia demasiado. Se suele decir que cuando el hambre entra por la puerta, el amor salta por la ventana.
María José Real