La encargada de la Expendeduría de Tabaco nº 4 de Eivissa, Cristina Serapio, afirma que el negocio ha caído «bastante» y cifra la bajada en las ventas en alrededor del 20%.
«Ahora se vende más tabaco de liar que cigarrillos hechos. En este producto, las ventas han subido bastante, puede que un 40%. Es más barato y encima tardan más en liar el cigarro y fumarlo, por lo que ahorran más y fuman menos. Es mucho más económico para los fumadores porque el paquete de tabaco de liar cuesta más o menos lo mismo que el de los cigarrillos hechos pero contiene mucho más tabaco», explica Serapio, que asegura que, otro de los cambios que ha notado en las ventas es que los clientes se interesan cada vez más por las marcas más económicas. «Nos preguntan directamente por las marcas de rubio más baratas que tenemos y cuando se las decimos eligen. También nos piden que les regalemos los mecheros, pero no siempre lo podemos hacer porque a nosotros tampoco nos los regalan como lo hacían antes», recuerda la encargada de este estanco de Eivissa.
Según Cristina Serapio, cada vez va más gente al establecimiento que compra el tabaco de la semana en una sola compra. «Antes la gente compraba el tabaco al día y por paquetes sueltos, ahora a lo mejor se llevan un cartón para toda la semana y ya no vuelven a venir hasta la siguiente. No lo hace todo el mundo, pero cada vez hay más clientes que compran asi», asegura.
En cuanto a la bajada en las ventas, Serapio reconoce que también se debe a que han perdido clientes que han dejado de fumar. En este sentido, prevé que la ley que entrará en vigor el próximo uno de enero y por la que no se podrá fumar en ningún establecimiento público, les afectará de un modo muy importante en las ventas. «Va a ser un desastre, en enero sí que lo vamos a notar», sospecha.
Sin embargo, para Cristina Serapio, que se dedica a la venta de tabaco desde hace más de treinta años, hasta ahora el porcentaje de gente que dejaba de fumar y el de la que comenzaba se compensaba y así también las ventas. «La gente mayor dejaba de fumar, pero los jóvenes comenzaban. Es cierto que la gente joven ahora no fuma tanto como antes y muchos compran tabaco de liar y así fuman menos», indica.
Serapio recuerda, también, que antes los clientes probaban marcas distintas cuando llegaba el fin de semana con el fin de conocer cosas nuevas y ver si les gustaban, «no les importaba el dinero. Pero eso ya no sucede, ahora los clientes se miran mucho el bolsillo», revela.
Sin duda, el cambio que más le ha llamado la atención a la encargada de este estanco es que la venta de puros ha bajado «muchísimo, igual ronda el 50% o más». Un puro Montecristo puede llegar a costar más de cinco euros y las caja casi 200 euros, «ni me acuerdo de cuándo fue la última vez que vendimos una caja», sonríe Cristina Serapio, que informa de que se sigue llevando regalar puros en las bodas, pero mucho más económicos que los Montecristo. «Igual compran una caja de puros canarios que contiene 25 puros y vale 50 euros, que ya está bien».
Nombre: Cristina Serapio. Profesión: encargada de la Expendeduría de tabaco nº4 de Eivissa. ¿Ha estado alguna vez en paro? No, nunca. Familiar más cercano sin empleo: ninguno. Posición respecto a la crisis: No sabe cuándo acabará, dice que eso sólo lo sabe el gobierno pero que le gustaría que terminara muy pronto, para la próxima temporada. En cuanto a las causas, cree que ha sido la coyuntura de muchas cosas a la vez la que nos ha llevado hasta aquí.