El decorador-interiorista Antonio Obrador ha negado ante el juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro, y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach, haber cobrado con dinero negro (opaco al fisco) por los trabajos que realizó en el 'palacete' de Jaume Matas de la calle Sant Feliu 8 de Palma, por encargo de éste.
Obrador, que declaró en calidad de imputado, dijo que su empresa Denario había librado facturas por un importe de 106.238 euros, y que su relación con Matas era «muy respetuosa», y por lo tanto cree que «nunca» se la hubiese ocurrido plantearle el recibir pagos en efectivo sin facturación.
Añadió que de esa cantidad de dinero cobró sus honorarios, y aunque Maite Areal (esposa de Matas) le hubiese pedido una rebaja, que no lo hizo, le habría descontado de muy buena gana entre un 5 y un 10%, ya que su margen comercial se situaba en el 30%. También, rechazó de plano haber recibido 'sugerencias' sobre lo que tenía que declarar ante el juez.
Obrador, asimismo, admitió que había realizado una reforma en el piso de la calle Ramón de la Cruz de Madrid, y que con «cuatro rayas» sobre los planos aportados por Vallehermoso esbozó lo que sería una cuarta habitación.
Piso de Madrid
Explicó que Maite Areal le encargó ese trabajo y que desconoce si lo hizo como inquilina o propietaria de la vivienda. Según la Guardia Civil, Matas y no el ex presidente de Gesa Bartomeu Reus es el verdadero propietario del piso de Madrid. Ayer también declaró el aparejador Miguel Àngel García-Inés, defendido por el abogado Rafael Palmer, quién admitió que Maite Areal le entregaba con dinero negro «en sobres cerrados» para pagar a los demás proveedores del 'palacete'.
Señaló que no había intentado influir en otros imputados y testigos sobre lo que tenía que declarar ante el juez, y con respecto a la declaración ee uno de los proveedores y amigo suyo, que habría expresado su queja por cobrar en negro, lo negó ya que «no es su forma de expresarse».