Dos aulas de segundo y tercero de primaria del colegio de Can Misses han sido apuntaladas por motivos de seguridad por la empresa que está realizando las obras, según confirmaron desde la Conselleria d'Educació. Los niños fueron desalojados para apuntalar las aulas y el martes regresaron a ellas, una vez colocados los soportes, que se encuentran protegidos con gomaespuma para evitar situaciones de peligro.
Una portavoz de Educació recordó que el apuntalamiento se hizo tras finalizar las catas y aseguró que los sondeos se han hecho de manera exhaustiva para comprobar el estado del centro.
Los padres, sin embargo, expresaron su preocupación por la seguridad y por el hecho de que no se hayan finalizado las obras. En este sentido, desde Educació aseguran que «no se va a dejar a los niños entrar en las aulas si hay un mínimo riesgo», recordando que cuando fue necesario, en el caso de las aulas de infantil, se trasladó a los niños. Educació pidió tranquilidad «porque todo se está haciendo muy controlado» y negaron que las obras estén paralizadas, sino que están a la espera del material.
Primer informe
La presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (Amypa) de Can Misses, Carmen Ortiz, aseguró que el primer informe que les entregaron recogía que era necesario «apuntalar más» aulas para evitar derrumbes.
El reforzamiento de las aulas coincidió con una reunión entre los padres, los ediles de Educación y Urbanismo de Vila, Irantzu Fernández y Vicente Torres, y la delegada de Educació, Laura Carrascosa, en la que la Amypa expresó su preocupación por este nuevo contratiempo.
«Me gustaría calmar a los padres pero necesitamos datos objetivos para ello. Lo primero es que no se han cumplido los plazos», dijo Ortiz, recordando que la directora de Centres, Elvira Badia, y el gerente del Ibisec «fueron los que nos dieron el plazo» en alusión al compromiso de que las obras estarían acabadas al finalizar Semana Santa.
La representante de los padres recuerda que los operarios llevan «una semana y media sin trabajar ya que no disponen de las vigas». En la reunión pidieron también el informe de las dos aulas de infantil que se están arreglando. «Tenemos antecedentes de hacer chapuzas y no hay ningún escrito acerca de la valoración de las grietas». Ortiz entiende que si hubiera «un peligro para el colegio no nos dejarían entrar pero necesito alguna prueba, por la experiencia que ya tenemos».