Los tres acusados por la explotación ilegal de la cantera de Ses Planes en Santa Eulàlia negaron en la primera jornada del juicio los hechos de los que se les acusa, es decir, un delito contra el medio ambiente para los hermanos propietarios de la empresa explotadora de la cantera y otro de prevaricación para el ex alcalde de la Villa del Rio, Vicente Guasch.
Los hermanos José y Manuel Parrot aseguraron que no tenían conocimiento de que para explotar la cantera precisaran de licencia municipal. En concreto, José Parrot dijo que «el 99 por ciento de las canteras operan sin licencia» y que en el momento en el que iniciaron la actividad en Ses Planes, en el año 1977, el entonces alcalde les dijo que no precisaban de licencia, tras consultarlo con unos ingenieros de industria de Palma, si bien no supo precisar a qué administración pertenecían. Parrot concretó que «el alcalde me dijo que podía empezar».
Asimismo señaló que no recordaba haber presentado alegaciones a un expediente que abrió en su contra el Consell d'Eivissa y desconocía que la cantera estuviera en suelo rústico protegido y que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) prohibiera su funcionamiento.
Por su parte, el ex alcalde, Vicente Guasch, quien gobernó el municipio entre 1979 y 2007, aseguró que cuando llegó a la alcaldía la cantera ya estaba en explotación y que siempre se basó en las recomendaciones de los técnicos, quienes le informaron de que «la cantera podía tener licencia por silencio administrativo». Pero existían otros dos informes desfavorables a la concesión de una licencia de actividades, que en este caso Guasch no tuvo en cuenta.
Los hermanos Parrot solicitaron la licencia en 1996 y no se les concedió hasta el 2007, en todo este tiempo, Guasch señaló que el control «dependía del Consell no del Ayuntamiento». Desde 1979 a 1996, el ex primer edil dijo que «no recuerdo que hubiera quejas de vecinos por las molestias de la cantera» y «se que se pidió la licencia de apertura pero no recuerdo nada más».
En cualquier caso, reconoció que entre 1997 y 1998 con la aprobación de un Plan Sectorial de Canteras, el ayuntamiento solicitó la aportación de documentos a todas las canteras del municipio para su legalización, aun así no concretó Guasch que anteriormente la cantera funcionara ilegalmente.
Sobre la prohibición que contempla el PGOU del funcionamiento de canteras a cielo abierto como la de Ses Planes, Guasch apuntó que se refiere a las nuevas canteras, no a las ya existentes cuando se aprobó el planeamiento.
En la jornada de hoy, además de los tres acusados, declararon cinco testigos, cuatro de ellos hicieron alusión a los ruidos, el polvo y las vibraciones ocasionadas por el funcionamiento de la cantera, situada a menos de 2.000 metros del núcleo urbano de Jesús, en Santa Eulàlia. Uno de ellos alegó que siempre coincidiendo con las explosiones que se realizaban aparecieron grietas en su casa y por dos veces explotaron todas las bombillas de su casa.
Otro testigo aseguró que en una de las detonaciones una piedra de grandes dimensiones cayó a pocos metros de su casa. Por otra parte, otra testigo propietaria de unos terrenos colindantes a la cantera, denunció que los hermanos Parrot han invadido parte de su propiedad, sobre la que han estado extrayendo áridos.
Hoy también declararon cuatro peritos quienes en su momento realizaron informes sobre el estado de la cantera. Uno de ellos desaconsejó la concesión de la licencia de actividad en el año 2000 si no se ponían en marcha una serie de medidas correctoras como la previsión de la contaminación que podía originar la explotación, el sonido y las vibraciones y la posible proyección de piedras.
Otro de los peritos realizó un informe sobre las repercusiones medioambientales de la cantera y constató la desaparición de hábitat de la zona, pérdida de la estabilidad del terreno, destrucción de las vías de drenaje y riesgo sobre la población por la caída de materiales.
En 2007 se le concedió a la cantera de Ses Planes la licencia tras un informe favorable del Consell con una serie de prescripciones y recomendaciones. Precisamente desde entonces, los vecinos no han vuelto a notar vibraciones en el terreno, ni caída de piedras. Mañana se reanudará la vista y se espera que el juicio quede visto para sentencia, pese a que en principio estaba previsto que finalizase el miércoles.