Una treintena de niños, de entre 6 y 13 años, inauguraron ayer el campamento urbano, que organiza el Ayuntamiento de Eivissa, durante esta semana que los niños no tienen colegio y aún no han empezado los campamentos de verano. «No estaba previsto, cuando diseñamos el campamento, que todas las actividades fueran deportivas, pero al final la mayoría lo son. Además, los padres también lo agradecen ya que, en casa, están siempre enganchados a la videoconsola», explicaba ayer Ana Torres, directora del campamento, mientras los pequeños jugaban al voley playa. José, del Club de Voley Ibiza, se encargó de ensañar a los pequeños cómo se debía sacar o la posición de las piernas y de las manos. «Debéis flexionar las rodillas y, con los brazos estirados, cuando vayáis a dar a la pelota extirar las piernas», les indicaba, mientras algunos con más acierto que otros hacían los primeros lanzamientos. Mientras, Irene jugaba con la arena. «No me gusta el voley. He jugado con mis amigos y con mi madre, pero me gusta más el fútbol», decía la pequeña. Otras niñas tampoco se mostraban muy entusiasmadas. «No había jugado nunca pero es un poco rollo», decía Andrea. «No se me da muy mal», decía su amiga Noelia. A pesar de que no era su deporte favorito ambas no dejaron de pasar la pelota a sus compañeros.
Además de esta jornada deportiva en la playa, hoy tienen previsto ir a la piscina de Can Misses y luego a practicar a la galería de tiro con arco. Mañana, todo el grupo irá a pasar el día a Aguamar. «Hay más niños apuntados para ese día. Claro, los padres podían apuntar a los niños días sueltos o toda la semana. Además vendrá un monitor más de refuerzo», comentó Torres.
El jueves, la playa de ses Figueretes será el escenario donde los pequeños que participan en este campamento urbano convertido en deportivo aprendan a jugar al waterpolo. Como colofón final, el viernes, el último día, los más pequeños harán juegos de agua en Platja d'en Bossa, donde los mayores se reunirán tras disfrutar de un paseo en kayak.