«Hay poca sensibilidad aún respecto al patrimonio conservado como recurso turístico», dijo ayer la doctora Mercè Gambús, profesora del Departamento de Ciencias Históricas y Teoría de las Artes de la Universitat de les Illes Balears (UIB), que ofreció ayer la lección inaugural Turismo y conservación de patrimonio en la undécima edición de la Universitat d'Estiu d'Eivissa i Formentera.
La historiadora del Arte y licenciada en Derecho puso, entre otros ejemplos, el caso de la ciudad de Eivissa como patrimonio mundial: «Es un caso integral de patrimonio conservado pero, al mismo tiempo, tiene muchas dificultades para gestionarse y financiarse».
Gambús hizo un diagnóstico del momento en el que se encuentra exponiendo que «desde el Govern balear debería de haber una acción decidida para potenciar uno de los casos más excepcionales que existe en el patrimonio de Balears». Añadió que «se deberían acelerar mucho más las actuaciones y gestionar con más intensidad».
La especialista cree que «no es suficiente el esfuerzo que hacen las autoridades ibicencas y quizás se necesitaría mayor ayuda, más visibilidad y conocimiento por parte del Govern; no es posible que Eivissa sea conocida por según qué recursos más tradicionales y tópicos, como sol y playa, pero no se le dé una mayor fuerza a algo tan excepcional como es ser declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad, que no sea un reclamo para compromete a la sociedad balear».
Gambús defiende la necesidad de estimular políticas de activación y de gestión «con un apoyo económico importante; el consorcio está funcionando pero faltan más ayudas y visibilidad». «Estoy convencida de que no depende exclusivamente de los políticos de Eivissa sino que se necesitan ayudas y creo que el Govern se tendría que comprometer mucho más de lo que lo hace», finalizó.
El director de la XI Universitat d'Estiu, Josep Tur, destacó que esta edición, al contrario de lo sucedido en otras ediciones, se ha registrado «un repunte de alumnos de Eivissa», que ha supuesto un aumento de un 20% respecto a otros años. La mayoría de alumnos de los cursos de verano son de procedencia valenciana.
Anulado un curso y lista de espera en el de nuevas tecnologías
Un centenar de alumnos están inscritos en los cursos, un 20% menos de los matriculados. El director de la Universitat d'Estiu, Josep Tur, atribuyó este descenso a la anulación del curso sobre Responsabilidad Social: «Había alumnos pero hubo un problema de agenda de los ponentes y no se han encontradio sustitutos».
Medio centenar de alumnos están inscritos en el curso de psicología de la alimentación; 30 en el de nuevas tecnologías en educación (con lista de espera); 20 en Realidad y Derecho y otros 20 en el de realidad virtual.