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Preparados para entrar en acción

Más de 100 personas participaron ayer en el simulacro de accidente aéreo Salinas 2010, incluido en el plan de emergencias aeronáuticas del aeropuerto

Los participantes en el simulacro atendiendo a las víctimas. | Arguiñe Escandón

| Eivissa |

n total de 27 pasajeros y tres tripulantes viajaban en una aeronave cargada con 300 kilogramos de combustible. Cuando el aparato se dispone a tomar tierra en la pista seis del aeropuerto de Eivissa se sale de la zona acotada por causas desconocidas y sin dar aviso de emergencia previo. El resultado son nueve muertos, tres personas en estado crítico, seis graves y nueve heridos leves. Ésta fue la premisa incial del simulacro de accidente aéreo que se produjo ayer en una de las pistas del aeropuerto de Eivissa.

Durante la tarde de ayer, más de 100 personas entre personal del servicio de extinción de incendios (SEI), Operaciones, seguridad, servicios aeropuertuarios, medios sanitarios y protección civil participaron en el simulacro Salinas 2010 que pretende saber si las medidas y protocolos de actuación previstos son los correctos.

Tipos de simulacro

«Los procedimientos de actuación ante situaciones de emergencia están hechos y pensamos que son los ideales, pero realmente la única manera de saber si son los correctos es ponerlos en práctica», señaló José Antonio Alvárez, director del aeropuerto de Eivissa, minutos antes de que diera comienzo la simulación. Según explicó, existen tres tipos de simulacros que se distinguen por niveles según la gravedad: nivel cero (mensuales y sólo interviene personal de aeropuerto y Aena), nivel uno (semestrales e intervienen el resto de empresas que hay en el ámbito aeroportuario) y nivel dos, como el de ayer, en los que participan personas externas al propio aeropuerto y con los que se pretenden comprobar la coordinación entre las diferentes partes que trabajan en una situación de emergencia. «Lo importante de un simulacro es participar, ver cómo funcionan los procedimientos y aprender del simulacro. Este año, por ejemplo, hemos decidido hacerlo en la pista seis en lugar de en la 24, que es donde está la balsa de los bomberos y donde siempre la hacíamos», puntualizó.

Cerca de las 16,08 horas sonó la señal de alarma emitida por la torre de control y que dio aviso del humo que generó el incendio de la aeronave siniestrada. A partir de ese momento, se activan los bomberos y el centro de coordinación CECOA.

Los primeros en llegar al lugar del accidente son los bomberos, que son quienes tienen que saber lo que ha pasado para distribuir las tareas iniciales. «A partir de ahí se inicia la coordinación desde el puesto de mando principal, que determina el arranque de los protocolos que se tienen que aplicar en caso de accidente de aeronave. El jefe de dotación es el que determina la ubicación de las zonas del puesto médico», explica Mari Ruiz, coordinadora de prensa del simulacro Salinas 2010. Con los heridos fuera de la aeronave ya identificados por la Guardia Civil y ya ubicados en el puesto médico por zonas delimitadas por banderas de colores según su gravedad (negra: fallecido; roja: crítico; amarillo: grave; y verde: leve). Más tarde llegaron las ambulancias y el 061 para dar asistencia médica y así poder trasladar a los heridos al puesto de evacuación. Los primeros en ser trasladados fueron los situados en las banderas rojas. Una vez en el puesto de evacuación se hace una segunda separación de víctimas en función del estado en el que llegan allí. De esta manera, los profesionales determinan si deben ser trasladados a Valencia, a Mallorca o bien a los centros hospitalarios de la isla. Mientras los médicos comprobaban el estado de los heridos, los Guardias Civiles recogían la caja negra del avión.

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