El que fuera conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, declaró ayer como imputado ante el Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa en relación a una causa iniciada en 2004 por la comisión de un supuesto fraude urbanístico cometido en 1998 en la ampliación de una païssa y un corral de la finca de Can Geroni, en Cala d'Hort.
Durante su comparecencia, 'Botja' declaró en que las obras contaban con «toda clase de licencias y que no se excedió en absoluto en lo que estaba proyectado», según informó a este periódico su abogado, Rafael Perera. Así, el ex conseller se ratificó en su primera declaración que se produjo en noviembre de 2004. Por todo ello, Perera señaló que la causa «no tiene trascendencia por lo que solicitaré el archivo en lo que respeta a Joan Marí Tur», tras resaltar que ya han pasado seis años desde el inicio de la tramitación.
Los hechos se remontan a 1997, cuando el Ayuntamiento de Sant Josep, en manos de José Serra Escandell, concedió una licencia de obra menor a Marí Tur para la rehabilitación de las ruinas de unos corrales y unas casetas en una zona protegida. Con este permiso, el ex conseller de Patrimoni, imputado ahora por un delito contra la ordenación del territorio, supuestamente duplicó la superficie inicial. Al año siguiente, en 1998, tras una denuncia del grupo Els Verds, el Ayuntamiento le concedió una licencia de obra mayor amparada en las normas subsidiarias del Govern balear de 1990, a pesar de vulnerar la Ley de Espacios Protegios (LEN), ya que superaba la superperficíe máxima y el volumen por vivienda unifamiliar.
Tras estos hechos, el Grupo Progressista del Consell Insular y del Ayuntamiento de Sant Josep denunciaron en 2003 la ampliación «fraudulenta de sus inmuebles» además de señalar que el ex conseller presentó documentación falsa para lograr el nuevo permiso de obra. Así, en 2004 denunciaron los hechos ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Balears debido a su calidad de aforado en aquel momento al ser vicepresidente primer del Parlament.
El abogado del conseller, que declinó hacer declaraciones y se remitió a su letrado, señaló que las obras no sólo contaban con todas las licencias municipales correspondientes sino también con el beneplácito de la Conselleria de Medi Ambient.
La que también fuera consellera de Patrimoni, Fanny Tur, encabezó junto a la concejala de Sant Josep, Paquita Ribas, el viaje a Palma para interponer la denuncia contra el conseller Joan Marí Tur y el Ayuntamiento de Sant Josep. A la institución se le acusaba de otorgar un permisos de obra mayor sin pasar por la Comisión Insular de Urbanismo. En aquel entonces los denunciantes presentaron informes técnicos, fotografías y un total de 23 documentos.
Fanny Tur lideró la denuncia y acusó al Ayuntamiento