Cinco hoteles de Grupo Playa Sol ven peligrar su apertura hasta junio. Otro, de momento, no abrirá sus puertas en toda la temporada. Aún así, ninguno de los 14 establecimientos que contaban con algún tipo de irregularidad o anomalía cuentan, a día de hoy, con todos los permisos necesarios para abrir al público.
Este es la fotografía que ofrecieron del panorama actual de Grupo Playa Sol ayer tanto la secretaria de organización de CCOO, Consuelo López, como el secretario general de la Federación de Hostelería de UGT, Fernando Fernández. «A principios de temporada podrían no llegar a abrir unos cinco establecimientos. De éstos, uno es imposible arreglar las anomalías y no se puede solventar y es le único que, a fecha de hoy, no va a abrir. El resto está haciendo todo lo posible para que estén por lo menos a 1 de junio», apuntó Fernández.
Estos cinco establecimientos albergan, según los mismos sindicatos, medio centenar de trabajadores, «que se ubicarán en otros centros». Además, los sindicatos también quisieron enviar un mensaje de tranquilidad a los empleados y aseguraron que todos aquellos que tienen una media garantizada de días trabajados «la van a tener porque habrá algunos establecimientos que abrirán en abril». De hecho, Fernández apuntó que, en caso de recolocar a gente, que esto no suponga un perjuicio a la hora de los desplazamientos y que los trabajadores sean movilizados a centros cercanos a los que se encontraban.
Aún así, tanto CCOO como UGT reconocieron que a fecha de hoy ninguno de los 14 establecimientos en los que se detectaron irregularidades cuentan con todos los permisos para abrir sus puertas dentro de unos meses, a pesar de haber realizado todas las obras necesarias.
Y es que, para los sindicatos, se están poniendo demasiadas «trabas y palos a las ruedas» a la administración judicial: «No decimos que se hagan ilegalidades en GPS, porque esas ya las hizo Fernando Ferré, pero no es de recibo que a esta gente [a los administradores judiciales] se les mire con lupa y a otras empresas se gire la cara; hay dos varas de medir», criticó Consuelo López.
Fernández, por su parte, indicó que el entramado «burocrático lo único que hace es retrasar cualquier tipo de reforma o medida que quiera hacer la empresa porque entre el Consell y los ayuntamientos no se sabe quién atranca más». Por ello, reclamaron que se «agilicen» todos los trámites burocráticos con el fin de poder solventar las irregularidades de la cadena hotelera.
Desde los sindicatos quisieron dejar claro que no se defiende al Grupo Playa Sol ni tampoco las ilegalidades ni anomalías de ninguna empresa. «Lo que defendemos es que hay 1.300 trabajadores que, si no salen adelante, harán que tengamos un verano calentito», indicó el representante de UGT.
«Me sabe mal la situación, pero no la ha creado ningún ayuntamiento ni el Consell»
El conseller de Política Empresarial i d'Activitats, Joan Serra Mayans, rechazó ayer las críticas de los sindicatos hacia las administraciones. «Me sabe mal la situación, pero no la ha creado ningún ayuntamiento ni el Consell d'Eivissa, sino las ilegalidades que había dentro del grupo empresarial», puntualizó.
Serra Mayans también apuntó que los responsables judiciales del Grupo Playa Sol «no son los únicos ciudadanos que necesitan en un momento determinado a la administración» y resaltó que tanto desde los consistorios como desde la máxima institución insular se «está haciendo todo lo posible».
«Todo el mundo tiene que cumplir la ley y la situación de los establecimientos no podían seguir como estaban. La problemática está fuera de mis posibilidades de intervenir; ya lo hice para que los ayuntamientos colaborasen», defendió el conseller. En relación a la crítica de la doble vara de medir, Serra Mayans indicó que si son conscientes de que en algún establecimiento se cometen irregularidades, «la capacidad de denuncia está abierta, cada uno tiene una responsabilidad», concluyó.
«Durante mucho tiempo se ha hecho la vista gorda»
El presidente de la Federación Hotelera, Juanjo Riera, señaló ayer que el problema de GPS no viene «sólo de una legislatura». Así, Riera indicó que a lo largo de todo este tiempo «se ha hecho la vista gorda» en relación a la problemática de la cadena hotelera y destacó que a la patronal siempre le «sorprendió la permisividad de todas las administraciones públicas». En cuanto a las acusaciones de los sindicatos de poner trabas, Riera cuestionó que se hubieran molestado por personarse como acusación particular en el proceso. Además, la patronal recriminó a los sindicatos de solicitar a «entidades baleares» que se inspeccionasen hoteles de miembros de la Federación.
Los hoteles que sólo comercializaba, responsabilidad de otros
Los sindicatos explicaron que en el caso de los establecimientos que sólo se comercializaban bajo un contrato de explotación de la época de Ferré y que cuentan con irregularidades éstas deberán ser solventadas por los propietarios originales. Es el caso de los Apartamentos Blue Star, que ya se ha devuelto a sus dueños. En el caso del Tivoli, los sindicatos consideran que puede ser «uno de los que tenga más problemas». En el San Remo-s'Estanyol ya se ha suprimido la pasarela que los unía, mientras que el hotel Mare Nostrum está haciendo las obras para volver a su estado original.