Extender el espigón del puerto 70 metros hacia el mar y construir una plataforma de hormigón de más de 200 metros destinada al atraque de buques de hasta 200 metros de eslora; trasladar a todos los usos comerciales a este muelle, donde se prevé la creación de un varadero de 3.000 m2 y la construcción de un nuevo edificio para la Cofradía de Pescadores; extender también el Passeig de ses Fonts hasta la actual cofradía que se derribará y se transformará en una de las dos zonas verdes que se prevén en la bahía; sumar amarres a los 245 de gestión directa que tiene Ports de les Illes Balears.
Éstas son algunas de las principales líneas que se pudieron conocer ayer del Plan Especial de Usos del puerto de Sant Antoni redactado por Ports de Balears, cuya primera versión técnica aún no fue presentada de forma oficial y ya nace con la oposición del Ayuntamiento de Sant Antoni. El Consistorio acusa a Ports de haber redactado el plan sin el «consenso» municipal y de proyectar un puerto que «estrangula el futuro turístico de Sant Antoni al potenciar un puerto comercial, con llegada de grandes buques de mercancías», criticó la concejala, Josefa Costa (ver apunte).
Por su parte, el director general de Obras Públicas del Govern, Antoni Armengol, aseguró ayer que se trata que no es un proyecto concreto sino «una planificación a 20 años con posibilidades mínimas de crecimiento» y que tiene como objetivos prioritarios «la conservación de la bahía y de la playa». Armengol negó también la falta de consenso e indicó que el equipo redactor se reunió al menos en tres ocasiones con el Consistorio, de las cuáles dos presidió personalmente. «He pedido cita con el alcalde para enseñárselo y no se dignó a venir a las reuniones, ni a saludarme. Mucho interés no debe tener», indicó el director general, para quien esta oposición de Sant Antoni «sólo se puede entender en clave electoral».
Según Armengol, el documento técnico del plan director se llevará en breve a aprobación inicial para comenzar entre uno y dos años de tramitación hasta lograr el plan definitivo. «Hemos empezado con algo, pero si no se aprueba inicialmente nunca se tramitará. Ahora se inicia el consenso en serio, con luz y taquígrafos, y con informes por escrito», indicó Armengol, que destacó que el documento también se ha consensuado con otros sectores afectados como el club náutico.
Asimismo, Armengol señaló que al Consistorio se le han planteado diferentes opciones, todas ellas «con moderación de crecimiento» aunque sí enfocadas al desarrollo del uso comercial. «No es obligatorio crecer, pero si en una planificación de 20 años lo dejas como está desaparece el uso comercial porque barcos de esas dimensiones no existirán», detalló.
En este sentido, según el director general, un ejemplo del «consenso» que ha habido con el Consistorio es que en la extensión del Passeig de ses Fonts se preveía la creación de plazas aparcamientos que fueron eliminadas por petición del Ayuntamiento. También avanzó que se creará una rampa pública junto al muelle comercial «a petición de las empresas náuticas».
Costa: «Ports sólo persigue la rentabilidad del puerto»
La concejala de Urbanismo de Sant Antoni, Josefa Costa, aseguró que el documento presentado por Ports «ha dejado preocupado a todo el mundo porque estrangula el futuro turístico de Sant Antoni al potenciar lo que es un puerto comercial, con llegada de grandes buques de mercancías». «Es un documento gestado en Mallorca y donde sólo se persigue la rentabilidad de este puerto que está gestado por Ports», criticó y aseguró que «no se ha tenido en cuenta la afección sobre la calidad de vida de los ciudadanos, el medio ambiente, el futuro turístico». «Ellos sólo han pensado rentabilizar su trocito de puerto, en entrar grandes buques de mercancías y en ampliar amarres», destacó, y remarcó que al Consistorio le preocupa «realmente es el espigón y la plataforma de hormigón más de 200 metros, que traerá el consiguiente destrozo de la posidonia, va a repercutir sobre la playa, la calidad del agua y el tráfico». «Esto podría ser un desastre», agregó. En cuanto a la falta de consenso, Costa aseguró que tras una primera reunión «durante un año no hemos tenido noticias de nada». «Hace unos diez días vinieron a presentarnos un plano, una cosa hecha y bendecida, en la que nosotros no hemos participado para nada», destacó la edil, que indicó que desconoce si será la versión definitiva «porque la van cambiando». «En el primer plano se ampliaba el espigón en 140 metros y, ahora, a 70 metros. Es un barbaridad», agregó, y aseguró que la previsión es que el Govern presente el plan esta semana.
Tanto Armengol como Costa recordaron que hay un acuerdo en el Parlament que indica que el proyecto debe ser consensuado entre ambas instituciones. Sin embargo, Armengol asegura que