Cinco colegios de Eivissa (Santa Eulària, Puig d'en Valls, Jesús, Es Vedrà y Balansat) han pedido incorporar el servicio de comedor para el año escolar próximo pero, a escasos 20 días del final de este curso aún no han recibido una respuesta de la administración. Un portavoz de la Conselleria d'Educació aseguró que las peticiones se están estudiando.
Actualmente hay 13 colegios en las Pitiüses que ofrecen el servicio de comedor escolar pero cada año va aumentando la demanda de este servicio por la conciliación de la vida familiar y laboral al incorporarse los dos progenitores a la vida laboral. «El comedor lo demandan las familias. Ha habido incluso padres que no han matriculado a sus hijos porque necesitan el comedor, sobre todo familias monoparentales», subraya la directora del Puig d'en Valls, Edu Sánchez, cuyo centro tiene 60 peticiones de padres para este servicio.
Varios de los centros, como el caso de Puig d'en Valls o Santa Eulària, se diseñaron con comedor, aunque todavía no se han llegado a utilizar, pero en estos últimos años se ha recuperado esta idea al haber cambiado el modelo de familia.
«Hay muchas madres que trabajan, que son familias monoparentales y quieren el comedor. No es un lujo sino una necesidad de las familias», apunta Sánchez. De hecho, el colegio pide también el servicio de custodia que permite tener el centro abierto hasta las cuatro de la tarde. «Muchos acaban de trabajar a las tres y se pide una calidad de vida», explicó la directora.
En algunos de los colegios ya se disponía del comedor desde su construcción y en otros, como Es Vedrà, cuentan con esta instalación por la ampliación realizada por lo que consideran que el gasto económico de su implantación no va a ser muy elevado.
Sondeo entre padres
Los colegios han realizado un sondeo para determinar cuántos niños serán usuarios de este servicio. En Es Vedrà «hay unos 15 niños que serían fijos, pero en los meses de temporada aumentarían hasta 30 los que utilizarían el servicio cada día y otros 60 que están interesados en utilizarlo de manera esporádica», subrayó la directora del colegio de Sant Agustí, Eva Quirós.
Los padres de alumnos del colegio Santa Eulària llevan años pidiendo el servicio de comedor pero no ha sido posible hasta ahora, cuando se ha liberado espacio. «Teníamos el centro triplicado pero ahora vamos perdiendo una línea y, por eso, podemos reestructurar los espacios para tener el comedor», explicó la directora del centro Pilar Riera.
De hecho, el espacio para el comedor era el que estaba pensado hace 25 años para este recurso, que ahora se está utilizando como espacio de usos múltiples y sala de profesores. De la encuestas realizadas, unos 30 niños están interesados en utilizar este recurso todos los días y, ocasionalmente, unos 59.
Otro de los colegios que están pendientes de la respuesta de Educació es el Balansat de Sant Miquel, que tendría que construir un aula anexa para este uso ya que no se dispone de espacio suficiente en el edificio del colegio. «Está todo en proceso pero no creo que lo tengamos el curso que viene», opina Maribel Boned, secretaria del centro, ante la cercanía del final del curso.
La mayor demanda del comedor procede de los alumnos de ciclo Infantil ya que muchos padres que van a pedir plaza en el colegio están interesados en que el centro disponga de este recurso. «Aumenta el número de alumnos y son cada vez más los padres que solicitan el servicio», explicó la secretaria del centro de Sant Miquel.
«Los colegios hemos hecho los trámites»
Los centros que han pedido el comedor llevan desde el curso pasado elaborando el proyecto para disponer de comedor de cara al ejercicio 2011-2012. «Desde abril de 2010 estábamos elaborando el proyecto porque se presenta en diciembre para tenerlo el curso siguiente. En los colegios hemos hecho todos los trámites», apunta Edu Sánchez.
La demanda de los padres es la que justifica la necesidad del comedor y después se ha de pasar por el Consell Escolar para presentar el proyecto a la Conselleria.
Meses más tarde los colegios están a la espera de la respuesta de Educació. «Ahora, lo que pasa es que cuando se matriculan a los niños nos preguntan los padres si vamos a tener comedor, pero de momento lo estamos esperando», apunta Pilar Riera.