La organización de conservación marina Oceana ha anunciado que denunciará ante la Comisión Europea, la Unesco y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza el deterioro que sufren las praderas de posidonia oceánica y que pedirá a España, al Gobierno Balear y a los consells insulars que apliquen la legislación y cumplan con las directivas europeas que incluyen a las praderas de Posidonia oceánica como hábitat prioritario.
Así, advierte de que el deterioro de las praderas de Posidonia de Baleares se está acelerando y expandiendo y que su pérdida arriesga los más de 1.000 millones de euros anuales que producen estos ecosistemas.
Los científicos marinos y submarinistas de Oceana han llegado a esta conclusión tras documentar a bordo del buque Oceana Ranger en los últimos días los daños producidos por los fondeos sobre las praderas submarinas de es Freus, entre Eivissa y Formentera.
Así, denuncia que aunque se trata de una zona protegida donde está prohibido el fondeo de barcos, cientos de embarcaciones lanzan sus anclas sobre estos «importantes» prados submarinos cada día, tratándose por tanto de una actividad «totalmente ilegal».
Además, Oceana hace hincapié en la falta de vigilancia y en la inexistencia de boyas de fondeo que impidan el daño sobre los fondos marinos han provocado que decenas de hectáreas de Posidonia oceánica se vean fuertemente degradadas o hayan desaparecido completamente.
Esta falta de protección y control también ha llevado a que los buques busquen nuevas zonas de fondeo, expandiendo la destrucción hacia las zonas con mayor densidad de plantas, como en el Racó de S'Oli, en Formentera.
«La zona frente a ses Illetes no puede ya soportar una agresión tan continuada y fuerte, y son ahora los fondos de la parte sur los que están recibiendo una afluencia cada vez mayor de embarcaciones y fondeos. Son miles las plantas arrancadas que hemos podido observar en esta zona», asegura el director de investigación de Oceana, Ricardo Aguilar.
Recientemente, un estudio publicado en la revista científica 'Nature' apunta que las praderas de fanerógamas como la Posidonia oceánica y otras comunidades de grandes algas pueden producir anualmente pesca, materia orgánica, protección de costas, y otros bienes por valor de 14.500 euros por hectárea y año. Baleares cuenta con alrededor de 100.000 hectáreas de praderas de fanerógamas marinas.
Asimismo, el director ejecutivo de Oceana Europa, el oceanógrafo mallorquín Xavier Pastor, ha destacado que las praderas de Posidonia, además de ser la «fábrica que más beneficios produce en Baleares, ayuda a mantener la principal industria de las islas; el turismo. «Sin ellas, difícilmente se mantendrán a corto plazo muchas de las playas y parajes submarinos que atraen a millones de personas de todo el mundo. Si tan solo se invirtiera menos del 1 por ciento de los beneficios que estas plantas generan se podría contar con medios más que suficientes para su protección», ha asegurado.