La alcaldesa de Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui, y sus concejales se reunieron ayer con todas las asociaciones de vecinos de la ciudad en lo que la propia alcaldesa tildó de «primer encuentro de muchos». El objetivo, conocer la problemática de cada zona de la ciudad de la mano de sus habitantes.
La cita, también le sirvió a Sánchez-Jáuregui para anunciar a los representantes vecinales que desde el Ayuntamiento «han estado estudiando las cuentas del año pasado y han descubierto que el tradicional alumbrado público de las fiestas navideñas le supuso al Consistorio un total de 200.000 euros». Una cifra «inasumible» para la alcaldesa en los difíciles momentos económicos que vive la Isla.
Por todo ello, la primera edil de Vila planteó la situación a los vecinos a la vez que les comunicó alguna de las posibles soluciones que está barajando el Ayuntamiento. Una de ellas, podría ser, dijo Marienna, que el Ayuntamiento asumiera el coste de las luces de las calles por las que pasa la cabalgata de Reyes y que fueran los comerciantes y vecinos de los demás barrios los que aportaran el coste restante para realizar el resto de la iluminación. Sin embargo, desde el Ayuntamiento fueron conscientes que esta solución podría suponer una discriminación para las zonas que no alberguen la tradicional cabalgata, con lo que el asunto «está en estudio», sentenció la alcaldesa.
Los vecinos, en su mayoría, aseguraron entender los difíciles tiempos de crisis e incluso alguno de ellos propuso medidas de recorte en el alumbrado navideño.
«Estamos muy contentos porque nos escuchan»
Todos los representantes vecinales que asistieron al encuentro con el equipo de gobierno de Vila de ayer mostraron su conformidad y bienestar con ésta reunión entre gobernantes y ciudadanos que, según la propia alcaldesa, será la primera de muchas.
Varios de los vecinos asistentes quisieron hacer hincapié en que hacía muchísimos años que no se les reunía para cuestionarles cuál era la problemática a la que se enfrenta la zona en cuestión o cuáles son las medidas para solucionarla que proponen sus habitantes.
Pese a que no se habló de ninguna medida en concreto para solucionar las cuestiones más importantes, ni el Ayuntamiento se comprometió a realizar ninguna acción en concreto, los vecinos valoraron como muy positivo el hecho de tener frente a frente a sus gestores.
Sánchez-Jáuregui se comprometió a citarse con los vecinos varias veces al año e incluso que los concejales de barrio lo hagan cada dos meses con sus vecinos.