Los entre 700 y 1.200 vecinos de la urbanización de Roca Llisa desalojados desde anoche por el incendio forestal de Cala Llonga, en el municipio ibicenco de Santa Eulària, ya pueden volver a sus casas.El fuego sigue activo pero los frentes están estabilizados y, según fuentes del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), en la zona continúan trabajando un centenar de miembros de brigadas forestales, bomberos y miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Según ha informado el centro de coordinación de emergencias 112, la dirección general de Interior del Govern balear ha reabierto en torno a las 17.30 horas las vías de acceso a Roca Llisa, una urbanización de unas 800 viviendas.
El fuego, que se encuentra estabilizado desde esta mañana y ha afectado a unas 115 hectáreas, ha destruido completamente una de las viviendas de la zona y ha causado daños de diversa consideración en otros cuatro inmuebles.
La urbanización, en la que residen muchos ciudadanos extranjeros, particularmente británicos, fue evacuada ayer a partir de las 22.00 horas.
El consulado británico se ha mantenido en contacto con los responsables del Ayuntamiento de Santa Eulària y el Consell de Ibiza para interesarse por la situación de sus conciudadanos.
Una veintena de los desalojados pernoctaron en el polideportivo de Santa Eulària y el resto pasó la noche hoteles o fueron acogidos en viviendas por amigos y familiares, lo que ha dificultado conocer con precisión el número de personas afectadas.
El incendio de Cala Llonga comenzó con una potencialidad que los técnicos estimaron en 400 hectáreas, pero ha logrado estabilizarse en unas 115 hectáreas con el trabajo de las brigadas terrestres y los voluntarios además de los medios aéreos.
El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, que ha viajado a Ibiza para conocer in situ las labores de extinción, ha explicado en una rueda de prensa que el fuego se ha dado por estabilizado a las 11.30 horas y «se espera que esté controlado entre esta noche y mañana».
Bauzá ha relatado que el fuego se declaró en torno a las 20.07 horas, un momento en el que la falta de visibilidad imposibilitaba el uso de medios aéreos para hacer frente a la extinción, y alrededor de las 21.48 horas el Govern decretó que su nivel de riesgo era 2 por su cercanía a las viviendas que obligó a evacuar a entre 700 y 1.200 personas de la urbanización de Roca Llisa.
El presidente autonómico ha agradecido el esfuerzo de los equipos de extinción y de los voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja.
«No haber llegado a las 400 hectáreas previstas inicialmente es consecuencia de la rápida movilización y actuación y de la correcta coordinación y del apoyo de la UME», ha asegurado Bauzà, que ha advertido de que «podía haber sido muy grave»
El presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Serra, y el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, han visitado este mediodía la zona y habían manifestado su esperanza de que en breve se consiga extinguir el incendio declarado ayer por la tarde en la zona de Roca Llisa. En estos momentos, explican, el fuego está estabilizado y "prácticamente apagado", aunque será necesario asegurarse antes de permitir que las personas desalojadas puedan retornar a sus hogares.
El fuego tan sólo ha destruido una vivienda en la entrada de la urbanización, en la calle Londres, aunque muchas otras han sufrido también daños de carácter menor, en toldos, jardinería y otros elementos no principales. Así, se espera que "sobre las tres o las cuatro" de esta misma tarde sea posible el retorno de los afectados a sus domicilios, como finalmente se ha producido.