Alas de Eivissa ha suprimido el reparto de preservativos gratuitos por la falta de recursos económicos que atraviesa este colectivo ya que no han recibido las ayudas de las entidades públicas. «Se agotaron las existencias y hasta el momento no disponemos de dinero para comprar material. Llevamos más de un mes con el servicio cerrado», dijo ayer el coordinador de Alas en Eivissa, Alejandro Pérez. Las personas que ejercen la prostitución son, sin duda, uno de los colectivos más afectados por esta medida ya que de los 51.000 preservativos repartidos hasta el mes de septiembre, 40.000 han sido para personas que ejercen la prostitución en la ciudad. Otros 5.000 condones se han repartido a población en general y 6.000 en las campañas informativas de los diferentes eventos en los que participan.
Pérez señaló que la medida «es bastante drástica» teniendo en cuenta que los principales afectados son en su mayoría «mujeres extracomunitarias no regularizadas en España con un perfil de exclusión social, con barreras en el idioma, con pocos recursos y con dificultad de acceso a la sanidad pública que vienen a recoger el material preventivo en la entidad».
La labor de Alas no se limita a dar condones sino que tienen una intervención más completa ya que se derivan a la Unidad de Atención a la Mujer en Es Viver. «Cuidamos que estén bien atendidas y lleven una buena salud femenina», apuntó el coordinador de Alas, que aconseja a las mujeres que ejercen la prostitución que se hagan la prueba del VIH tres veces al año. «Seguimos haciendo las pruebas de VIH y derivamos a Ginecología pero no podemos dar material porque está agotado», añadió. Los primeros nueve meses del año han prestado 486 atenciones a personas que ejercen la prostitución, con una media al mes de 75 u 80 personas que van a la sede a por material. «Hay unos beneficiarios indirectos. Alrededor de unas 250.000 personas son usuarios de servicios sexuales», comentó.
El preservativo es la principal demanda que atrae a las personas a la sede con lo que al no disponer ahora de ellos, el coordinador de Alas subraya que «se queda una media de unas 75 u 80 personas sin atender, con todos los riesgos que puede conllevar si ellas no compran el material por su propia cuenta».
También destaca que entre la población en general que acude a por material están los adolescentes. «Hacemos un trabajo de prevención del VIH en los institutos y luego vienen a la asociación a recoger material pero no tenemos nada que ofrecerle. El mensaje que damos queda un poco cojo».
Entre los servicios que presta el colectivo, además del reparto de material preventivo como los preservativos, se encuentra la prueba rápida del VIH, campañas de prevención y de asistencia psicológica.
Ante esta situación, el presidente de Alas de Balears, Joan Lluis Llull, aseguró que la situación de la entidad, cuya financiación procede de financiación pública, es mala: «Estamos pendientes del cobro de subvenciones del año pasado y las que se tenían que dar este año ni siquiera la han concedido, como ha ocurrido en el caso de Eivissa». Precisamente, esta semana tienen prevista una reunión con el Consell d'Evissa para abordar el tema de la renovación del convenio con la Conselleria insular de Benestar Social i Sanitat, que asciende, aproximadamente, a unos 18.000 euros.
Cambio de sede en la ciudad de Vila para recortar los gastos
«Estamos tomando medidas, nos hemos trasladado a locales más pequeños y el personal está cobrando con mucho retraso», apuntó el presidente de Alas de Balears, Joan Lluis Llull, acerca de la situación. De hecho, en Eivissa están de mudanza y se han trasladado a un local más económico, pero más pequeño, en el número 39 de la Avenida Isidor Macabich de Vila. «Estamos haciendo ajustes a nivel interno, pero lo que lo pasa es que no podemos seguir ajustándonos si no hay una entrada de dinero porque yo llevo dos meses sin cobrar y mis compañeros de Palma están igual porque creemos en este proyecto», añadió Pérez.