El servicio de Urgencias del hospital Can Misses atendió desde el viernes 30 al lunes 3, 20 casos por intoxicación derivada del consumo de drogas de los que ninguno se encuentra ya ingresado en Can Misses por haber recibido el alta médica o en algunos casos por haber solicitado el alta voluntaria.
«El fin de semana de despedida de la temporada de discotecas ha dejado 5 casos diarios de media, una cifra que se encuentra en la media de casos atendidos durante todo el verano, entre 3 y 5 casos, aunque el mes de agosto esta media ascendió ligeramente hasta los 6 u 8 casos diarios», según una nota de prensa remitida por el Àrea de Salut.
Las urgencias totales durante el mes de septiembre han aumentado un 6,5 % con respecto a septiembre del año 2010, pasando de 4.542 urgencias a 4.837 en el mismo mes del presente año. Este aumento es superior al acumulado anual que refleja un crecimiento de las Urgencias en el Hospital Can Misses en torno a un 2 % en los primeros ocho meses del año comparativamente con el mismo período del año 2010.
Colaboración policial
Para la jefa de Urgencias del Hospital Can Misses, Mª Àngeles Leciñena, «es importante dejar claro y sin ningún tipo dudas el mensaje de que las drogas perjudican grave e irreversiblemente la salud y en ocasiones llegan a producir la muerte». Además, la doctora Leciñena destaca este año «la colaboración especialmente estrecha que ha existido con los cuerpos de seguridad del Estado y las Policías Locales, que ya era fluida años atrás pero que este verano, especialmente, se ha trabajado desde el servicio de Urgencias en un seguimiento exhaustivo de los casos por intoxicaciones y una comunicación diaria con la Guardia Civil».
Para la jefa del servicio de Urgencias, «esta colaboración es especialmente importante ante la aparición de nuevas sustancias que en los últimos años se ha popularizado en diferentes partes del mundo conocidas como legal highs, un grupo de sustancias no sometidas a las normativas de control sobre drogas y que son vendidas en diferentes formatos (polvo, pastillas, cápsulas...) a través de internet. En la gran mayoría de estos productos no se describe su composición completa (sobre todo no se advierte de la presencia de sustancias psicoactivas) pero se advierte que no son aptas para el consumo humano. Así se evita la obligación de someter estos productos a control sanitario y de salud».