La Conselleria de Mobilitat dio anteayer por concluidas las obras de la carretera de Sant Miquel «a falta de pequeños flecos». De hecho, ayer continuaban los trabajos en diversos puntos de esta vía, la primera de la Isla que cuenta con carril para las bicicletas. Una vez que estén concluidos los trabajos se podrá ir en bicicleta de forma totalmente segura desde Sant Miquel hasta la ladrillera, ya en el cruce a Santa Gertrudis de la carretera de Santa Eulària. Por el momento, el carril bici está incompleto, ya que se ve interrumpido en numerosos tramos de la carretera.
«¿Ah sí?, ¿que ya está acabada la obra? No es verdad porque faltan muchas cosas, pero a nosotras nos han parecido muy bien las obras, como a casi todo el mundo, porque ahora la carretera ya es más ancha y, por tanto, menos peligrosa, y el carril bici es muy importante, porque yo, antes, no me atrevía a ir en bicicleta por esta carretera», dice Lurdes, que pasea por el carril de las bicis con su bebé, Zoe, de catorce meses, y Esther. Esta última añade: «Vivo aquí [muy cerca de la carretera, a un kilómetro de Sant Miquel] desde hace 20 años y es impresionante la cantidad de accidentes de tráfico que he visto, porque hay gente va a toda velocidad y la carretera era muy estrecha; yo supongo que ahora habrá menos». «La verdad es que ha mejorado mucho e incluso se ven mucho mejor las entradas a las casas», señala.
Ayer por la mañana ningún ciclista estaba usando el carril bici. Juan y Cristian, de Sant Rafel y Santa Eulària, respectivamente, rodaban con sus bicicletas por el arcén de los carriles principales.
«Para turistas»
«Pues no usamos el carril bici por varios motivos, el primero porque aún no está terminado y después porque es para turistas, es decir, para pasear, para gente que va muy despacio», dice Juan. «Si quieres entrenar la verdad es que no sirve», completa su compañero. «Pero nos parece bien que se haya hecho», valora, «otra cosa es lo que haya costado».
Pep da un nombre falso: «Vivo aquí de toda la vida, muy cerca de la carretera, y es verdad que la obra está bien porque antes era muy estrecha y peligrosa, pero el carril bici me parece una tontería que ha costado mucho dinero».
«Tienen que venir a quitar el escombro, pero nadie me hace caso»
Josefa Boned Boned, de Can Caramunt, vive al borde de la carretera unos cuatro kilómetros antes de llegar a Sant Miquel y está contenta con la obra de ampliación, pero no le parece bien que Mobilitat haya declarado concluidos los trabajos. Ella protesta porque junto a su casa se ven tirados numerosos restos de la obra y también por la forma en que se une la carretera con su vivienda. «Han dejado mucho escombro tirado por aquí [señala el límite de su casa en la unión con la carretera] y tienen que venir a quitarlo, pero nadie me hace caso», reclama Josefa Boned, que también señala «lo mal acabada» que han dejado la vía en el punto en que el asfalto se une con el hormigón de la vivienda.