Lunes de Pascua, una temperatura suave superior en buena parte del día a los 25 grados y sin tener que ir a trabajar. Con estos factores fueron muchas las personas que se lanzaron ayer a las calles, bares, terrazas y playa, mucha playa, para disfrutar del día festivo y última jornada de Semana Santa en familia, con los amigos o con un buen libro tomando el sol en la playa.
Las playas más cercanas a la ciudad, como Talamanca o ses Figueretes, fueron de las más visitadas tanto por turistas como por residentes.
«La Semana Santa arrancó con un tiempo que no parecía muy bueno. Hoy [por ayer] hemos visto el día tan bonito que hacía y hemos pensado en venir a pasear y a patinar con las niñas», explicaba Conchi, que paseaba con su pareja Xicu y las pequeñas Lucía, de ocho años, y Lidia, de siete, que optaron por moverse por el paseo Joan Carles I en patinetes de Hello Kitty.
A la playa
En este sentido, el sol sin casi nada de viento fue uno de los alicientes que propició que las familias salieran a jugar y tomar el sol con sus pequeños, como Fran y Olga. «Con este sol era imposible quedarse en casa; teníamos que salir a pasear y por la tarde quizá vayamos a la playa», explicó Olga, quien aseguró, además, que la tarde de playa sería muy especial para su hija Judith, que el pasado Jueves Santo cumplió un añito: «Será la primera vez que vaya a la playa», puntualizó esta madre.
En la playa de Talamanca, muchos optaron por tumbarse en la arena a leer, otros optaron por jugar a palas o a fútbol y otros tantos por disfrutar del día tomando el aperitivo o comiendo en las terrazas de los bares y restaurantes de la zona. «No hemos parado en todo el día. Como hace buen tiempo, la gente aprovecha para venir a tomar algo o a comer a la primera línea de playa», explicó Juan Rocher, director del Hostal Talamanca.
Para Roser y Luis, dos turistas de Barcelona, la jornada de ayer en esta playa fue especial. «Estamos alojados en un hotel de es Canar. Hemos venido a esta playa porque yo me alojé en un establecimiento de aquí cuando tenía 15 años. Ha cambiado mucho la zona y la playa, pero sigue siendo especial», explicó Roser.
Otros más osados, como Jon Andoni, decidieron darse no el primer sino el segundo chapuzón del año en la playa de Talamanca: «El agua está un poquito fría, pero mejor que hace 15 días cuando me di el primer baño en el mar». Sus amigos, Mari José y Paco, contemplaban el chapuzón de su amigo desde la arena. «Yo no suelo bañarme en el mar hasta mayo», puntualizó su amiga.