El Ayuntamiento de Sant Antoni inició ayer la reposición de arena de la playa de Cala Salada después de aplazar estas tareas una semana debido al mal tiempo.
El objetivo es cubrir con un máximo de 3.000 m3 de arena la zona erosionada por las corrientes marinas que dejaron al descubierto una superficie pedregosa en Cala Salada al desplazar la arena a Cala Saladeta y al área sumergida ubicada entre ambas playas.
El técnico municipal de Medio Ambiente, Diego Ponce, explicó ayer que la arena llega disuelta en agua a través de un tubo, tras ser extraída de esta zona sumergida a un metro de profundidad.
Según insistió, se trata de arena «que se perdió de la misma playa y que fue a parar al lado, a 200 metros».
La autorización para este proyecto está en trámite desde 2003 y fue otorgada a finales de 2011 para que esta reposición de arena se llevara a cabo este año. Dos buzos y cuatro operarios de apoyo en superficie comenzaron ayer los trabajos que corren a cargo de la empresa adjudicataria Rescuesub S.L, con un presupuesto municipal de 50.000 euros.
Según explicó Ponce, el equipamiento se compone de un embarcación con una plataforma flotante que controla la bomba sumergida encargada de succionar la arena. A su vez, la bomba está alimentada desde tierra por un generado y está conectada al tubo que conduce toda la arena succionada hasta la playa.
Se calcula que las tareas de reposición finalizarán en quince días.
Respuesta a las críticas de los ecologistas
Ponce desmintió que sea «un disparate» tal y como denunciaron GEN y Amics de la Terra. «Lo que se hace es recuperar la arena que esta playa ya tenía, si estuviéramos trayendo árido de una fuente externa entonces estaríamos hablando de otra cosa», justificó. «El daño al medio ambiente es cero», concluyó.