«¡Aquí hay trozos de cristal!», asegura emocionada Paquita mientras, a unos metros, Juan avisa que ha encontrado una colilla y una botella de plástico. Una ilusión por cada residuo encontrado para cada uno de los cuarenta jóvenes con discapacidad que ayer participaron en la limpieza de la playa de Cala Nova y sus alrededores en una iniciativa puesta en marcha por Cruz Roja.
«Son usuarios de la Escola Taller de Can Sa Serra y del centro de día Can Raspall en Sant Jordi y a pesar de su discapacidad se lo toman muy en serio y son los primeros en concienciar a sus familiares», explicaba Elvira Ruiz, coordinadora de la actividad y del área de Medio Ambiente de Cruz Roja.
Precisamente la iniciativa es, según la propia Ruiz, la unión del proyecto de protección de la naturaleza de Cruz Roja Eivissa y el de ‘Natura per a tothom' desarrollado por Palma de Mallorca. Por eso, los jóvenes, antes de trasladarse ayer a Cala Nova, recibieron el pasado 27 de abril un curso de formación de reciclaje en la Escola Taller de Can Sa Serra que, según Ruiz, «fue una experiencia inolvidable y muy divertida tanto para ellos como para nosotros».
Por eso, no es extraño que cada uno de estos jóvenes recorriera ilusionado en compañía de los cooperantes de Cruz Roja cada rincón de la playa en busca de residuos. Y es que la limpieza no entiende de capacidades, como demuestra Carolina, una joven con síndrome de Down y participante ayer en la jornada, que también es voluntaria de la asociación.