Antonio Rodríguez es un trabajador de mantenimiento del hospital Can Misses. A mediodía de ayer sostenía en las manos un folio con un crespón negro en el que se podía leer «la sanidad pública en peligro». «Ya nos están afectando los recortes. Nos han bajado el sueldo, pero lo peor de todo son las dudas, el no saber qué te espera cada día. Hay bastante malestar en la plantilla del hospital Can Misses», explicó este trabajador que se unió ayer a las más de 200 personas que protestaron en Can Misses contra los recortes en Sanidad previstos por el Govern en una convocatoria organizada y secundada por CCOO, UGT el Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), el CSI-F y Fesitess bajo el lema «con la sanidad no se juega».
Los sindicatos de médicos y enfermeras, por su parte, decidieron no secundar la concentración, aunque muchos de ellos salieron ayer a las puertas de Can Misses para gritar proclamas como «no somos marionetas», «por el diálogo», «no más recortes» y pedir la dimisión de la consellera de Salut Carmen Castro gritando «Castro dimisión». En este sentido, una de las principales dudas que asaltan cada día a estos trabajadores es si el plan de ajuste se aplicará en su totalidad en Can Misses, donde buena parte de la plantilla es eventual e interina (la consellera ha asegurado en varias ocasiones que los puestos fijos están garantizados).
El recorrido
A las doce de la mañana se desplegó la pancarta en la que se advertía de que la sanidad pública estaba en peligro. A medida que pasaban los minutos, el personal que estaba trabajando se fue sumando a la protesta, que hizo un breve recorrido fuera de las instalaciones del hospital.
Al malestar, nerviosismo y la inquietud con la que trabajan día a día estos profesionales de la sanidad pública se sumó la indignación e incluso la advertencia. «Yo me pregunto, ¿dónde están los recortes para la clase política? Nos han quitado el 5 por ciento del sueldo, la bonificación por la carrera profesional y no podemos jubilarnos a los 60 años. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Tenemos claro que a la privatización de la gestión de este hospital», explicaron Isidora González y Áurea Corral, auxiliares de enfermería, que mostraron enérgicamente su enfado contra los recortes en la sanidad pública previstos por el Govern de Bauzá.
Los participantes, además, aseguraron que los recortes afectarán «directamente» a los usuarios de la sanidad pública. «La gente se cree que sólo nos afectará a nosotros, a los trabajadores, pero realmente lo que se está intentando es privatizar la gestión, que esto previsiblemente ocurirrá en un futuro según el plan de recortes que se está planteando», explicó Nieves Ortiz, otra de las trabajadoras del hospital.
«Nos están echando la culpa a los funcionarios diciendo que lo tenemos todo, que el sistema es insostenible tal y como está. Con la excusa de la crisis están recortando en lo más básico en la sanidad, que a la larga querrán hacer privada», explicó Teresa Arce, del sindicato CSI-F.
«No somos sólo los trabajadores, porque los recortes afectarán a los usuarios. Esto una lucha de todos por una sanidad pública para todos», aseguró Esther Sánchez, del sindicato SAE.
La protesta culminó de nuevo en la puerta del hospital con un aplauso a los trabajadores que no pudieron salir a la puerta de Can Misses para protestar porque estaban en quirófano por ejemplo, pero sí lo hicieron desde las ventanas donde exhibieron folios con crespones negros por la sanidad pública.