La alcaldesa de Eivissa, Marienna Sánchez-Jáuregui, entregó ayer al Consell los informes que demuestran que la estación de autobuses del Cetis es «viable» y pidió que la instalación comience a funcionar el 30 de junio.
Entre otras cosas, adjuntó el informe realizado por la Universidad Politécnica de Madrid que concluye que el Cetis es un proyecto «necesario y urgente» y que la única rampa de acceso, por la que deberán entrar y salir los autocares, cumple «con la normativa» y «no plantea problemas», sobre todo tras la instalación de un semáforo. «Hay estaciones con un flujo mucho mayor que tienen una sola rampa y operan con todos los permisos y sin dificultad operativa», dice el informe. Solo propone dos cambios, aunque también sería legal no hacerlos: el traslado de la barrera de entrada y de señalización de la vía de acceso y el alargamiento de los andenes para que los viajeros desciendan sobre una acera. El Ayuntamiento ya ha pedido a Sagalés, la concesionaria de la estación, que solvente ambas cuestiones.
La alcaldesa también anunció que Sagalés ha revisado las tarifas de entrada y salida de la estación. De los 100 euros (50 por entrada y 50 por salida) aprobados en su día se pasa ahora a 10 euros por entrada. Se cobrarán otros 10 si el bus sale lleno, pero no si lo hace vacío. De todas formas, la alcaldesa matizó que esto habrá que hablarlo con el Consell y los empresarios de transporte y plasmarlo en un convenio, aunque no hace falta que vuelva a pasar por pleno. Jáuregui consideró que se trata de una revisión «adecuada a la crisis» porque las anteriores tarifas eran «una barbaridad». No especificó si esto deberán pagarlo las empresas de transporte o el Consell, ya que es algo que habrá que hablar, pero recordó que el Govern paga a Menorca una cantidad por las estaciones que se podría reclamar. También señaló que este nuevo precio es «asequible» y recordó que si bien el PP también aprobó en la oposición el precio de 50 euros defendió que «el momento económico no era el de ahora».
La alcaldesa cree que la apertura el 30 de junio es una «fecha razonable» y que en este tiempo se pueden ejecutar las pequeñas obras que faltan y los concesionarios podrán hacer sus pruebas dentro de la estación. Antes de nada, habrá que celebrar una reunión a cuatro, con Sagalés, el Consell y los empresarios de transporte para llegar a un acuerdo económico definitivo y planificar el traslado.