Alrededor de 500 personas protagonizaron ayer el multitudinario entierro de la escuela pública, con un cortejo fúnebre que salió del Parque de la Paz a las 19,00 horas, y concluyó junto al monumento de Vara de Rey, donde se celebró el velatorio. Una veintena de coronas enviadas desde los colegios e institutos de la Isla y un ataúd sobre el cuál yacía un Pequeño Larousse Ilustrado, en gran formato, configuraron el escenario del funeral.
A la ceremonia no le faltó un manifiesto de despedida y el pésame de todos los presentes. Tampoco le faltó una acusación directa a todos los diputados ibicencos del Partido Popular, a quienes nombraron uno a uno como «cómplices» de los recortes del Govern balear en el sector educativo. Así, en medio de la simulación del funeral, aparecieron manifestantes con carteles en los que podían leer los nombres de los diputados populares: Virtudes Marí, Pere Palau, Carolina Torres, Miquel Jerez, Josep Torres, Jaime Fernández, Catalina Palau, y Vicent Serra, sobre la leyenda «diputado del PP dice sí a los recortes».
«Estamos aquí para despedir a la educación pública, su muerte nos ha afectado mucho a todos. El dolor profundo en el cuál estamos inmersos es difícil de expresar», aseguró Salvador Aguilera, integrante del colectivo organizador del evento, Professorat Preocupat, y encargado de leer el manifiesto. «Lamentamos todo lo que ha ocurrido en los últimos tiempos, nuestro sentimiento es de rabia», destacó, e instó a los presentes «a pedir explicaciones» a los diputados ibicencos «que parece que no son conscientes del mal que le han hecho a la educación y a toda su familia con su voto en el Parlament de les Illes Baleares».
«Todos nosotros lamentamos la actuación desafortunada o premeditada que ha provocado esta lamentable pérdida, la muerte de la educación pública, gratuita y de calidad», concluyó.