La prueba de operatividad que el Consell y los transportistas de la Isla llevarán a cabo en el Cetis será «una simulación real del funcionamiento de la estación de autobuses». «Los detalles técnicos aún se están perfilando y no hay fecha para esta prueba, pero el acuerdo al que se llegó establece que se debe realizar con vehículos, frecuencias y pasajeros reales para tener el máximo de información sobre la operatividad de la estación de autobuses a pleno rendimiento», informó ayer la máxima institución.
Realizar esta prueba de operatividad y los detalles de su desarrollo, así como organizar reuniones entre técnicos para rebajar las tarifas de explotación del Cetis, fueron los dos acuerdos adoptados en el encuentro del lunes que sentó en la misma mesa a representantes de la sociedad gestora Cetis, a responsables de las empresas de autobús de la Isla, al presidente del Consell, Vicent Serra, a la alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, a la consellera de Mobilitat, Pepa Costa, y a técnicos y abogados de todas las partes. Una tensa reunión de la que todavía se escuchan los ecos de los desacuerdos entre los transportistas, el Ayuntamiento de Eivissa y los concesionarios de la estación, y de estos últimos acusando al Consell d'Eivissa de obstaculizar la apertura del Cetis.
La recreación del funcionamiento real, que tiene que ser la prueba definitiva de la nueva estación, no gusta a los transportistas porque ya saben que la estación «no va a ser operativa». «Pero si el Consell dice que hay que hacer una prueba real, no nos tocará más remedio que hacerla», aseguró ayer Javier Luquin, portavoz de la asociación de transportistas Ibizabús. «Hay que organizarla con las medidas de seguridad pertinentes y tiene que estar bien hecha porque hay que llamar a muchas personas para que suban y bajen de los autobuses durante determinadas horas», agregó Luquin, quien, sin embargo, insistió en que cuando la estación se ponga en marcha a pleno rendimiento «se atascará y habrá cola en la E-10 [primer cinturón de ronda] esperando a que los autobuses entren».
Cinco euros o menos
Por su parte, el Ayuntamiento de Eivissa, aseguró que pondrá «todas las facilidades» para que se haga la prueba ya que su objetivo es «abrir la estación». En este sentido, desde el Consistorio informaron que la alcaldesa Marienna Sánchez-Jáuregui se volvió a reunir ayer mismo con responsables de la gestora del Cetis, concretamente con Teresa Sagalés, «para intentar que se rebajen las tarifas». «La alcaldesa está muy interesada en desbloquear el tema», explicó el portavoz municipal, quien detalló que en este encuentro, Jáuregui pidió que el coste de entrada y salida de cada autobús se reduzca a una tarifa de «cinco euros o menos». Esta opción vendría a sustituir el precio de diez euros que se había planteado en la última propuesta económica, y que ya había rebajado el precio de 50 euros que en un principio se iba a cobrar por cada entrada y salida de los vehículos a la estación.
La nueva propuesta, según informaron desde el Consistorio, será el punto de partida para las próximas reuniones técnicas que tendrán lugar en torno al precio de explotación pero que también analizarán la justificación de los tarifas, «teniendo en cuenta que ya se ha obtenido beneficio por otras partes de la concesión», según insistió el Consell, en referencia al aprovechamiento urbanístico que ha tenido la sociedad gestora con las torres edificadas en superficie.
Para el abogado de la sociedad gestora Cetis, Santiago Sáenz, el Consell tiene la «pretensión razonable» de que los aprovechamientos urbanísticos «se apliquen para reducir los costos de gestión del servicio». «Me parece legítimo, lo que pasa es que ya se pagan esos beneficios a través de los cánones que se abonan al Ayuntamiento por la concesión a 40 años», explicó, y señaló que los cánones «imputables» a la estación se extrajeron de la última rebaja de tarifas [de 50 a 10 euros] «para intentar, aunque sea perdiendo expectativas económicas, rebajar al máximo la tarifa». «Y aún haremos la tarifa más ajustada en la reunión que tenemos prevista para el jueves 21», destacó el abogado.
En cuanto a los cánones que paga la gestora al Consistorio, Sáenz no recordaba ayer la cantidad anual que la concesionaria debe abonar al Ayuntamiento, «aunque es pública y se puede consultar», añadió, y destacó que en parte se han pagado «en especies con uno de los edificios [Policía Local] y cien plazas de aparcamiento».
Sáenz: "Aunque la tarifa fuese cero tampoco la querrían"
El abogado de la sociedad gestora Cetis, Santiago Sáenz, insistió en que «hay una confluencia de intereses entre el Consell Insular y los transportistas para no abrir la estación» y destacó que las reuniones como la que tuvo lugar el lunes son «inoperantes» y derivan en un cruce de «descalificaciones y prácticamente de insultos». Para Sáenz, es el Consell el que no quiere «no abrir la estación». «Aunque la tarifa a aplicar fuese cero, los concesionarios tampoco la querrían y el Consell les apoyaría», agregó. La propuesta económica que hará la sociedad gestora se someterá a la «experiencia práctica» de manera que «se podría aplicar ahora una tarifa muy reducida y una vez que entre en funcionamiento la estación haríamos una valoración correcta», explicó.
En respuesta a la hipótesis del «coste cero» planteada por Sáenz, el Consell le invitó ayer a que la proponga en las próximas reuniones «si lo considera oportuno».
Por su parte, Luquin señaló que aunque no se cobraran tarifas «la inoperatividad» del Cetis ya supondrá costes para los empresarios que deberán sumar vehículos a sus flotas para cubrir las frecuencias.