El pasado 14 de julio se cumplieron 20 años del mayor atraco perpetrado en Eivissa. Un grupo de encapuchados lograron llevarse 780 millones de pesetas, según las informaciones oficiales, es decir, casi cinco millones de euros. El caso nunca fue resuelto a pesar de que fue detenida una persona por su presunta participación. La espectacularidad del golpe, perpetrado sin duda alguna por profesionales muy preparados, hizo que la noticia tuviera una gran repercusión en los medios de comunicación de ámbito nacional e incluso internacional.
Ocurrió el 15 de julio de 1992. Dos días después, la prensa nacional señalaba que se trató de un asalto estaba perfectamente planeado. Por esa razón, las investigaciones apuntaron desde el principio a la posibilidad de que los autores del golpe contaran con un colaborador dentro de las instalaciones del aeropuerto.
Esta persona habría facilitado la información vital del día en que iba a llegar el dinero a la terminal de carga del aeropuerto pitiuso. Los 780 millones de pesetas habían sido recogidos en diversas entidades bancarias de la Isla por un furgón blindado de Prosegur cuyos vigilantes trasladaron el dinero a la terminal. Los 780 millones quedaron cuidado de un solo vigilante, según fuentes de la investigación citadas por la prensa nacional. Los empleados de Prosegur abandonaron la terminal una media hora antes de que se produjera el robo, según un portavoz de la empresa. Todo esto hizo posible que al menos siete enmascarados entraran en la terminal sobre antes de las cinco de la tarde. Tras apoderarse de las sacas a punta de pistola, huyeron en medio de una nube de gases lacrimógenos lanzados por ellos mismos.
Después, simplemente, desaparecieron. La policía encontró un vehículo que había sido empleada en el golpe y, en un primer momento, detuvo a dos personas por su presunta implicación, pero quedaron en libertad sin cargos. Siempre se sospechó que el golpe fue obra de un grupo de franceses de origen argelino, pero nunca se podrá saber con certeza.