Jaume Matas afrontará su segundo juicio sin el riesgo de sumar años de cárcel a la condena que ya le puso la Audiencia Provincial. El fiscal comunicó ayer al expresident los motivos por los que le acusa de un delito de cohecho en los contratos laborales que tuvo su mujer en una cadena hotelera mallorquina. El ministerio público detalló que acusará a Matas de un delito de cohecho que, en el momento en el que ocurrieron los hechos estaba castigado con una pena de multa. Ahora el Código Penal castiga esos hechos con hasta medio año de prisión.
El magistrado José Castro había citado al expresident para una comparecencia que marca la Ley del Jurado. En ese trámite que cierra la instrucción, Matas y su letrado Miquel Arbona no realizaron ninguna alegación. De esta manera, el ex president acepta que sea un jurado popular quien decida sobre estos hechos.
El fiscal Pedro Horrach sostiene que la mujer de Matas, Maite Areal, fue contratada por Valparíso S.L. como un favor a su marido, entonces presidente del Govern, en el año 2007. Según la acusación, Areal cobró por estos trabajos 60.000 euros y estuvo dada de alta en la Seguridad Social. Sin embargo, no llegó a desempeñar ningún tipo de labor ni a ir a la empresa. El dueño de la cadena reconoció en su declaración que Matas le pidió el favor pero señaló que se contrató a Areal para que hiciera un trabajo efectivo. Otro contrato laboral por el que Areal cobró 37.000 euros fue excluído de las investigaciones.
En el juicio Jaime Matas estará solo en el banquillo. El juez archivó la causa contra los empresarios al entender que los hechos contra ellos habían prescrito. También eximió a Maite Areal, que estuvo imputada en esta causa.