La dexialleria de Can Sançó, Santa Eulària, se inauguró ayer completando la red de las deixalleries que dan servicio a toda la Isla. Las mismas están financiadas y administradas por todos los ayuntamientos a través de la Mancomunitat Intermunicipal Serveis Públics Insulars y serán gestionadas por la empresa Ca na Negreta, ganadora del concurso público para la explotación del servicio.
«Hoy es un buen día para el medio ambiente», destacó ayer el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, anfitrión de esta inauguración que contó la presencia de la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, la consellera de Medi Ambient, Pepa Costa, los concejales de Vila Juan Daura y Juan Mayans, el edil de Sant Josep, Juan Ribas, y el teniente de alcalde de Sant Joan, José Manuel Marí, presidente de la mancomunidad.
La consellera Pepa Costa recordó que la red de deixalleries es un proyecto del Consell que comenzó en 2009 y en el que participaron los ayuntamientos con la cesión de los solares necesarios para la instalación de las plantas de reciclaje. «Los ayuntamientos de Santa Eulària, Sant Josep y Sant Antoni cedieron dos terrenos cada uno para construir estas deixalleries fijas, una red que esperamos completar con la adjudicación de dos dexalleries móviles para Sant Joan y Vila», señaló la consellera.
Costa recordó que costaron dos millones de euros, financiados en un 80% por fondos europeos y un 20% del Consell, y que tras su instalación fueron cedidas a los ayuntamientos que las gestionaron hasta ayer, jornada en la que comenzó el inicio de la mancomunidad «que permitirá ahorrar costes, una mayor eficiencia y que todos los ciudadanos de las Islas puedan recurrir a estas instalaciones sin que haya barreras municipales».
Tanto Vicent Marí como Pepa Costa destacaron que estos puntos verdes están destinados a los residuos «que no son recogidos normalmente por los servicios de limpieza de los ayuntamientos». Esto permitirá que desechos como aceites usados, baterías, cajas de plástico, poda, madera, tuberías, o restos de obras, entre otros residuos voluminosos, no terminen en el vertedero, lo que ayudará a «alargar la vida» de esta instalación y evitará que tengan que ser recogidos de los contenedores normales, un hecho que incrementa el gasto de los ayuntamientos en limpieza.
Por su parte, la alcaldesa Pepita Gutiérrez coincidió en la importancia de concienciar a los ciudadanos de que «tenemos este servicio en toda la Isla y que es muy fácil de utilizar».