El concejal de Obras y Servicios de Sant Antoni, Vicent Costa Maymó, no quiere oír hablar de parálisis cuando se le pregunta por el proyecto del nuevo cementerio de sa Serra. Pero lo cierto es que después de seis largos años de tramitación el camposanto logró todos los permisos en octubre de 2011 y desde entonces solo se ha sabido que el Ayuntamiento está buscando la fórmula para financiar los seis millones que cuesta su edificación.
«Ahora mismo es un problema puramente económico. En la parálisis, a lo mejor no estamos, pero estamos viendo cómo lo hacemos. Tenemos que reconocer que ahora el problema es nuestro y que tenemos que tomar una decisión», reconoció Maymó.
Reducir el proyecto
El concejal, que denunció a lo largo de la legislatura anterior el «calvario» que supuso la tramitación del proyecto básico en el Govern balear, anunció que «en breve» se intentará anunciar algún avance en la realización de este proyecto, que es de imperiosa necesidad para el municipio, ya que el actual camposanto hace años que está desbordado.
Según explicó, la decisión podría llegar de la mano de los próximos presupuestos que el Consistorio está ultimando. «El Ayuntamiento está viendo las diferentes posibilidades que tiene actualmente para acometer la obra y no tenemos ninguna puerta cerrada», explicó Maymó, en relación a las diversas opciones que se plantean, como que alguna empresa se interese por su construcción y explotación, que la construcción se haga a través de una «empresa mixta» o bien por el propio Ayuntamiento. «Yo también considero que será complicado que con fondos propios podamos hacer esta obra, pero a lo mejor podemos acometer una parte», agregó el edil.
El proyecto básico del cementerio plantea un recinto funerario en una parcela de 32.500 metros cuadrados de la cantera de sa Pedrera (Can Talaias), en la zona de sa Serra. La superficie útil se prevé de 7.500 metros y allí se ubicarían 4.000 sepulturas, un edificio destinado al tanatorio, sala multiconfesional y tanatopraxia.
Sin embargo, ahora, el Consistorio estudia «hacer un proyecto más pequeño» para lo que baraja diversas alternativas. «A lo mejor resulta que el tema de la incineración, que era una opción, hoy en día puede ser una solución, con lo cuál, se necesitaría menos construcción. Es decir que se puede enfocar desde muchos puntos de vista», concluyó.