El grupo ecologista Amics de la Terra eligió ayer otorgar al conseller balear de Medi Ambient, Biel Company, su premio anual de Enemic de la Terra por «no poner en marcha controles suficientes para proteger las praderas de posidonia oceánica del anclaje de los grandes megayates y de la actividad de los party-boats». «Las aguas de la costa de nuestras islas son un atractivo turístico importante y las praderas de posidonia entre Eivissa y Formentera un ecosistema prioritario», recordaron los ecologistas.
Según Amics de la Terra, el Govern no ha actuado para mejorar la situación y calificaron su gestión de «nefasta» por su «deplorable permisividad».
Company fue el más votado por los asistentes a la comida anual que celebra este grupo ecologista, que tuvieron que elegir entre cuatro posibilidades. Se da la circunstancia de que el conselelr también estaba nominado por otras dos cuestiones, una por querer devolver el centro de visitantes del parque natural de ses Salines al Obispado y otra por realizar una limpieza de torrentes demasiado agresiva, aunque acabó ganando la falta de control sobre la posidonia. Desde el grupo ecologista destacaron que por primera vez en 20 años han recibido una mayoría de propuestas para galardonar con el Enemic a una misma persona, en este caso Company.
Asimismo, también se nominaba al propietario de una finca que recientemente fue condenado por la Justicia por verter escombros de las autovías en sus terrenos.
En cuanto al premio Amic de la Terra, recayó en Sergio Oller por su proyecto Eivinatura de uso de cabras contra incendios. «Él ha reunido un buen grupo de trabajadores de cuatro patas, dotados de poderosa hambre para limpiar de matojos la parte baja del bosque para así dificultar la propagación del fuego. Sus trabajadores, que esperemos que aumenten, trabajan cada día en la parte de bosque del barrio de Can Guasch en una franja de dos hectáreas, de lunes a domingo sin descanso con los cuidados y estima de un buen capataz», dijeron los ecologistas en su manifiesto.
La comida anual de Amics de la Terra se celebró esta vez en el antiguo convento de detrás del parque de bomberos y el menú, elaborado por voluntarios de la organización, estuvo basado en productos de temporada, locales, ecológicos y solidarios.