El portavoz del Govern balear, Rafael Bosch, ha defendido hoy que el principal propósito de la Ley de Símbolos que promueve el ejecutivo es garantizar «la neutralidad de las fachadas públicas», pero en ningún caso coartar la libertad de expresión individual.
«Lo que siempre se ha pretendido desde el punto de vista del Govern es que en las fachadas de los edificios públicos no haya ningún tipo de manifestación de determinada opinión», ha señalado Bosch en respuesta a la críticas a la prohibición de exhibir símbolos políticos, más allá de las banderas oficiales.
En la rueda de prensa posterior al Consell de Govern, el portavoz ha recordado que en el ámbito estatal «ya hay una ley que regula los símbolos», por lo que no debe extrañar que el ejecutivo autonómico también promueva la ordenación de esta materia.
«El derecho de expresión de todos está garantizado en la Constitución», ha recalcado Bosch, quien ha hecho hincapié en que los edificios de la administración han de ser neutrales porque los ciudadanos usuarios de los diversos servicios tienen opiniones diversas sobre cuestiones políticas.
Ha recordado además que el ejecutivo del PP ejerce sus funciones avalado por la más amplia mayoría parlamentaria con la que ha contado nunca un Govern autonómico en Baleares.