Defenderse de las denuncias de la Asociación de Discotecas y Salas de Fiesta de Balears, que les acusa de competencia «desleal» por carecer de licencias para algunas de las actividades que realizan, y lograr que la nueva Ley General Turística regule su oferta porque, según destacan, es ajustada a la «demanda del turismo de hoy en día». Estos son los dos frentes abiertos con los que nace la Asociación Empresarial de Restauración y Hostelería Moderna que agrupa a una veintena de bares, restaurantes, chiringuitos y beach clubs de la Isla.
La agrupación comenzó su andadura hace unos meses y ya se ha reunido con el Consell y el Ayuntamiento de Sant Josep para ofrecer todo su «apoyo, experiencia y puntos de vista» para el reglamento turístico que está en redacción. También intentó un acercamiento con la asociación de discotecas, pero el encuentro en Palma con su presidente, Jesús Sánchez, fue «poco positivo». «Nosotros queremos paz, pero si no tenemos paz nos tendremos que defender. Y defender muchas veces es atacar», advierte Josch Genske, presidente de la agrupación.
Genske es el propietario del KM5 y junto a Christian Braun, dueño del beach club Nassau, ofician de portavoces de la asociación. «Nuestra esperanza está en que la nueva ley turística nos dé la posibilidad de regularizar algunas cosas que hoy en día ya son completamente normales para el turismo que viene a la Isla. Por suerte, en los últimos años el nivel de turista ha subido y con este cambio también han surgido nuevas demandas que hemos incluido en nuestros negocios», explica Christian Braun. «Tenemos licencias, pero en algunos casos estamos maniobrando fuera de estas licencias por falta de un reglamento o una ley donde podamos reflejar los servicios que hoy son imprescindibles para el turismo. No queremos hacer cosas ilegales pero por otro lado tenemos que cuidar el turista», agrega.
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