La alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, y el concejal de Fiestas y Juventud, José Antonio Costa, Llampat, comparecieron ayer al mediodía para dar la última vuelta de tuerca al conflicto que enfrentó al concejal y a los agentes de la Policía Local en el transcurso de una fiesta privada el pasado 26 de enero.
En la rueda de prensa de ayer, el concejal tomó la palabra para presentar su dimisión y explicar una semana después cómo sucedieron los hechos: «Reconozco que no actué como exigía mi cargo y me gustaría añadir que he tomado esta decisión [la de dimitir] de forma unilateral y por responsabilidad política y no quiero que el trabajo de este equipo de gobierno quede en entredicho», señaló Llampat.
El responsable de Fiestas y Juventud continuó: «Nunca he usado mi cargo para evitar la denuncia, nunca dije que me pusieran a mí la denuncia porque ya sabíamos donde iba a parar, fueron palabras del propio agente. Mi único momento de exaltación fue después de ese comentario por su parte. Nunca dije que la alcaldesa estuviese dentro y no es lo mismo ir ebrio que con síntomas de embriaguez. Nunca he desoído a ningún agente y nunca me he enfrentado a ninguno», apuntó Llampat.
Una vez terminada la intervención del concejal, tomó la palabra la alcaldesa, quien rechazó la dimisión de Costa ante la sorpresa de éste último asegurando que el concejal está pagando «por su imprudencia». En su discurso, Gutiérrez apuntó que no defiende la actuación del concejal: «Nunca la podré defender, pero creo que detrás del informe redactado hay más cosas que el simple hecho de que una persona se haya tomado una copa de más o haya podido decir palabras no adecuadas».
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