Tras años de polémica y meses de negociaciones con los propietarios el Ayuntamiento de Sant Joan ya tiene una solución urbanística para la zona de Benirràs. Según anunció ayer el alcalde, Antoni Marí Marí, Carraca, finalmente dejarán construir 30 viviendas unifamiliares «en parcelas más grandes y menos edificabilidad» de la que había prevista inicialmente.
En las Normas Subsidiarias se contemplaban 63 viviendas plurifamiliares (bloques de apartamentos) y 40 unifamiliares, una cifra que siempre se había tratado de rebajar para evitar el impacto de construir bloques de pisos en una de las últimas calas vírgenes de Eivissa.
Cuando llegaron los progresistas en 2007 intentaron parar la edificación de este espacio protegiéndolo como Área Natural de Especial Interés (ANEI) a través de la ley 4/2008, pero esta normativa fue derogada el año pasado por los populares de forma indirecta a través de la ley 7/2012.
Ahora el Ayuntamiento ha plasmado esta solución con 30 viviendas en un plan especial quecalifica como urbana toda esta zona aunque rebajando el número de casas «de forma considerable», según destacó el alcalde. El documento ya está listo y se ha enviado al Consell para ver si técnicamente se ajusta a la legalidad. Una vez la máxima institución insular le dé el visto bueno ya se podrá aprobar por parte del Consistorio.
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