Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin, se interesó en varias ocasiones por las «donaciones» que la entidad sucesora de Nóos, la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), debía percibir de la empresa pública Madrid 16 por trabajos que presuntamente no se llevaron a cabo, tal y como consta en varios de los 48 correos electrónicos aportados al caso Nóos por el supuesto testaferro Mario Sorribas, a los que ha tenido acceso Europa Press.
Así, en uno de los emails, fechado el 6 de abril de 2008, Torres preguntaba a su mujer, Ana María Tejeiro: «*estamos cobrando mensualmente de Madrid 16, verdad?», en referencia a las 16 transferencias de 6.000 euros y dos de 12.000, repartidas entre octubre de 2007 y noviembre de 2009, que la empresa madrileña abonó a la FDCIS, sin que conste trabajo alguno como contraprestación que las justifique, sino tan sólo una memoria de cuatro folios elaborada en diciembre de 2011, 25 días después de los registros que dieron lugar al estallido del caso Nóos.
A la pregunta formulada por su marido, Tejeiro responde con un «bueno, hemos cobrado hasta febrero incluido, pero en la de marzo aún no nos la han ingresado. Ya le he mandado recordatorio a la chica que hace la transferencia, es nueva y supongo que se ha despistado...». Ante esto, Torres le contesta: «Vale, entonces son los contables de Bergós que se han despistado y no lo han contabilizado». En otro correo, del 7 de mayo de 2008, la mujer de Torres recuerda a una responsable de Madrid 16 «el pago de mayo».
Otros numerosos correos ya incorporados a la causa y cruzados entre Torres, su mujer y el despacho Bergós de Barcelona, todos ellos fechados entre los años 2006 y 2010, avalan cómo el exsocio del Duque de Palma realizó gestiones para la puesta en marcha de la FDCIS.
En uno de estos emails, Tejeiro le explica a su marido que desde el bufete Bergós le han enviado «toda la documentación para la primera junta ñde la nueva sociedadí y nombrarte director general». En el mismo correo, del 8 de marzo de 2007, le anuncia que en otro email le enviará «las facultades que tienes» al frente de la denominada Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS).
Mientras tanto, en otra correspondencia fechada el 23 de marzo de 2007, el propio Torres, tras saludar con un «hola amigos», expone «una rápida puesta al día sobre la situación de la Fundación», explicando que los trámites jurídicos de la misma «están siendo lentos y laboriosos» si bien afirma tener «una buena noticia: nos acaba de llegar la notificación oficial de inscripción en el Registro».
Y es que, efectivamente, la FDCIS fue inscrita en el Registro de Fundaciones el 14 de febrero de ese año, con Torres como director. En el mismo correo, el exsocio de Urdangarin les explica cómo ha quedado finalmente compuesto el patronato de la Fundación. «Esperamos poder trabajar con normalidad en breve, nada más se finalicen todos los trámites legales. Muchas gracias de nuevo por vuestro apoyo», concluía su correo.
Los investigadores apuntan a que la FDCIS sirvió de plataforma para desviar dinero al extranjero, concretamente a Belice y Reino Unido, una estructura en la que jugaba un papel fundamental la sociedad De Goes Center for Stakeholder Management, una de las numerosas sociedades investigadas en el marco de esta causa.
De forma paralela, el bufete Bergós remitía el 8 de junio de 2006 una minuta de honorarios devengados a raíz de haber prestado diversos servicios en relación también a la puesta en marcha de la llamada Fundación Areté, constituida a caballo entre el Instituto Nóos y la FDCIS. Unas prestaciones que se elevaban a los 6.000 euros y que se concretaban en la atención de las distintas consultas efectuadas por Torres, entre otros servicios.