Inicio explosivo del juicio de ‘Can Domenge'. La renuncia de la expresidenta del Consell Maria Antònia Munar a su abogado provocó una sesión cargada de tensión en la que la Fiscalía anunció que solicitará medidas cautelares contra la acusada. El fiscal Juan Carrau argumentó que la «extemporánea» renuncia de Munar a su abogado defensor encubre una maniobra para evitar el juicio y ganar un tiempo en el que podría manipular pruebas o preparar una fuga.
Antes, Munar había mantenido un crispado debate con el presidente de la Sala, Diego Gómez-Reino a cuenta de la renuncia al letrado Gabriel Garcías. La conclusión es que esta misma mañana la expresidenta del Consell tendrá que designar a un nuevo abogado, que según dijo será José Antonio Choclán. La condición impuesta por la Audiencia para aceptar este cambio es que el letrado -el mismo que defiende a Correa en Gürtel- asuma tener preparado el juicio el próximo 17 de junio. Si hoy a las diez de la mañana no se presenta ese escrito, la Sala forzará que sea el abogado al que ha renunciado quien la tenga que defender. Una incógnita por resolver es, en el caso de que esta mañana se celebre una vistilla medidas cautelares como ha solicitado Fiscalía, qué abogado representará a Munar. Esta eventualidad se presentará en el caso de que se suspenda el juicio, esto es, que se formalice el nombramiento de Choclán.
Contundencia
La vista se inició con la petición por parte del presidente de la Sala para que Munar subiera al estrado para explicar los motivos de su renuncia. La expresidenta del Consell explicó que ha perdido su confianza en Garcías y que se siente «totalmente indefensa» después del registro llevado a cabo en sus dos domicilios la semana pasada. En ellos asegura que la Fiscalía se incautó de documentos que corresponden a su defensa, que se volcó el contenido de varios ordenadores y aludió en concreto a una libreta en la que ha anotado todas las visicitudes del caso en los últimos seis años. Desde la Fiscalía se niegan estos extremos que apunta Munar.
Según explicó la acusada, la situación de tensión generada a raíz de los registros ha provocado divergencias entre ella y el letrado Gabriel Garcías. «Quería que hubiera sido más contundente en su recurso. No hemos coincidido en las formas», manifestó. Incluso llegó a señalar que firmó el acta de los registro de su casa sin oponer ninguna objeción.
El magistrado que preside la Sala, Diego Gómez-Reino, intentó reconvenir a Munar: «Usted está mezclando dos cosas». También, el juez interpeló a la acusada: «¿Sabe el perjuicio que causa a la Sala renunciando dos días antes del juicio?», a la vez que le recordaba que la fecha se había señalado ya en el mes de septiembre del año pasado y que había condicionado buena parte de la agenda pasada y futura de la Sección. «Le juro que no era mi intención», aseguró Munar.
Las derivadas de los avatares en la defensa de Munar monopolizaron toda la sesión. El resto de acusados comparecieron como invitados de piedra, algo que, con seguridad se repetirá de nuevo hoy. Sobre la mesa queda pendiente también la petición de suspensión de la vista que planteó el letrado cesante de Munar. En este caso se justificaba por la aparición del cohecho denunciado por Vicens. Planteaba que se devolviera la causa a instrucción para completarla con la investigación de los nuevos supuestos delictivos.
La sesión se reanudará hoy a las diez de la mañana en la Audiencia Provincial.