El emisario de la depuradora de Vila se rompió hace una semana por culpa del ancla de un barco y lleva desde entonces vertiendo agua turbia de color marrón a la zona de Talamanca. Hasta ahora la tubería no se había podido reparar porque faltaba una pieza que por fin llegó ayer.
Según informaron fuentes de la Conselleria balear de Medi Ambient, el vertido es de agua depurada y en la zona hay un buceador que se encargará de limpiar si también salen plásticos.
Desde el Ayuntamiento de Eivissa quisieron tranquilizar a la población indicando que el vertido es «pequeño» y que la fuga está en mar abierto y lejos de la playa. «No hay evidencias de que la playa esté mal», indicaron las mismas fuentes, que aseguraron que por ello no se han decidido a cerrarla, como sí ocurrió el año pasado debido a un problema similar.
De todas formas, todavía no se tienen los resultados de las muestras para ver la calidad del agua, que estarán listos en 48 horas. «Sanidad también toma sus propias muestras y de momento no han comunicado que nada esté mal», añadieron desde el Consistorio.
Pedro Cárceles, coordinador del programa para niños con discapacidad ‘Un mar de posibilidades', indicó que ayer el emisario seguía vertiendo agua sucia al mar. Lamentó que se tarde tanto tiempo en arreglar una fuga por estar esperando una pieza e indicó que eso se podría haber minimizado con una junta de goma provisional.
Recordó que Talamanca es muy cerrada y por eso las fugas afectan mucho, porque todo se acumula y produce olores. «El Govern tiene que reaccionar de forma más rápida», indicó Cárceles, que aseguró que es un problema «muy perjudicial» que provoca falta de salubridad. «Es una fuga importante y considerable y un vertido de residuos orgánicos constante», añadió este trabajador de la zona, que indicó que en cuanto tuvo conocimiento de la rotura avisó de inmediato a los socorristas, quienes transmitieron la queja al Govern.
Lamentó también que el ejecutivo autonómico no invierta en este tema con el problema que implica para el medio ambiente, ya que provoca «manchas con elementos en suspensión» en plena temporada turística. Asimismo, destacó que el Ayuntamiento está recogiendo muestras para comprobar la calidad del agua de baño, pero al parecer las de los primeros días «se perdieron».