Interviu dedica un extenso reportaje esta semana al «calvario» que ha vivido el médico del hospital Can Misses Juan Borruel desde que inició su residencia en este centro médico en 2011 hasta que fue despedido recientemente por su pasado como actor porno.
En declaraciones que recoge la publicación, Pedro Vicente Pérez Cerdán, el abogado de este médico de 32 años que actualmente trabaja en Suecia, asegura que «al chico le han arruinado la vida porque el origen de todos sus problemas fue una breve incursión, cuando era un veinteañero, en el mundo del cine porno, donde debutó con el nombre de Álvaro Armada».
En este sentido, el exresidente asegura a Interviu que sólo hizo «cuatro escenas» de forma voluntaria pero que lo dejó porque «no era un ambiente donde yo me sintiera plenamente cómodo». Aún así, Burruel asegura que su despido está relacionado con su pasado. «Parece mentira que me haya pasado esto estando en un hospital de Eivissa, una isla donde todo el mundo presume de ser tan libre y que luego es como la Santa Inquisición».