Ancha es Castilla, y nunca mejor dicho, debió pensar alguno de los responsables de realizar los libros de las diferentes materias en inglés que deberán utilizarse este curso en las aulas de Balears con la aplicación del TIL.
Algunos docentes critican cómo baja el nivel de la materia, a pesar de que se debería enseñar lo mismo, en función del idioma elegido por el centro escolar. Solo hace falta echar un vistazo al libro de Medio Natural de quinto de Primaria de la editorial Vicens Vives, es decir, para alumnos de diez años para ver algún ejemplo. En el capítulo de los seres vivos los libros que están en catalán o castellano ocupan dos páginas con una explicación mucho más específica y precisa que la misma lección en inglés. En este último caso, la explicación se salva con un par de frases a modo de síntesis y un dibujo en el que se muestra dónde se encuentran las células. En el manual en catalán, incluso, se explica cómo funciona un microscopio para ver esas células. En inglés, ni se nombra.
Si vamos a la lección del cuerpo humano, la tónica es la misma. La definición de la sangre se ventila con una frase simple: «Red liquid composed of plasma and blood cells». Y así una definición detrás de otra.
En geografía, pasa lo mismo, aunque con algún matiz más. Y es que para explicar qué es España y cómo se conforma bastan dos líneas: «Un estado democrático dividido en municipios, provincias y comunidades autónomas». No se especifican las características de cada una de estas divisiones, ni mucho menos los nombres. Eso sí, la lección se ilustra con un mapa de España y sus comunidades autónomas. Los nombres de éstas no tienen desperdicio alguno. Mientras Aragón, A Coruña, León o Jaén aparecen escrito en su grafía oficial [en inglés no existen ni los acentos ni la ‘ñ'], no ocurre lo mismo con otros lugares. País Vasco [Basque Country], Cataluña [Catalonia], Andalucía [Andalusia], Castilla la Mancha [Castile la Mancha] o Castilla y León [Castile and Leon] aparecen rebautizados. Por si esto no fuera poco Zaragoza no deja de sorprender y aparece escrito en catalán, Saragossa, a pesar de ser un libro en inglés.
El mapa físico, donde se muestran los fenómenos geológicos, tampoco defrauda. Y es que sí que aparece traducido el Cabo de Gata [Cape Gata], el Cabo de Nao [Cape Nao] o, incluso, la Sierra Central [Central Sierra] pero, por contra, no sucede lo mismo con el Mar Menor o la Submeseta Norte. Y todo esto está extraído de un mismo manual, el de quinto de Primaria de Medio Natural.
Además, los profesores critican que con la obligatoriedad de dar algunas materias en inglés en cursos de Primaria e, incluso, de Secundaria se acaba con la metodología que hasta ahora se llevaba a cabo en muchos centros y que era la de trabajar por proyectos. Es decir, un trabajo en grupo donde el alumno es el protagonista de buscar la información y las soluciones a preguntas que se plantean en el aula. Este método requiere al alumno una destreza y un ejercicio de pensamiento para resolver las cuestiones, motivando así la creatividad. Muchos docentes apuntan que con los manuales de inglés, en los que las explicaciones se solventan con frases a modo de síntesis, se elimina la espontaneidad de los más pequeños y las ganas de descubrir cosas por sí mismos.