La alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí, lamentó ayer las molestias que crean a los vecinos de la zona de Sant Jordi las obras de «mejora y rehabilitación del depósito de ses Eres, y recordó que la situación actual es «provisional» hasta que se acaben las obras.
Según explicó «este depósito presentaba graves problemas estructurales (llevaba apuntalado desde enero de 2011), que, de no solucionarse, hubieran podido provocar la rotura de la instalación y graves consecuencias para la población». «Durante estas obras se tiene que suministrar a los ciudadanos agua directamente de los pozos, sin pasar por las desaladoras, que no pueden funcionar sin el depósito», recordó la primera edil, y añadió que «tras meses de estudio», el Ayuntamiento y la concesionaria del agua, la empresa Aqualia, «decidieron iniciar las obras a principios de este mes de octubre, una vez finalizada la temporada turística, para afectar al menor número de usuarios posible».
«Durante el periodo de redacción del proyecto y la preparación de las obras, los técnicos analizaron la posibilidad de construir un depósito provisional de agua, pero esta alternativa finalmente se descartó porque el actual depósito y sus instalaciones ocupan la totalidad del terreno del que dispone el Ayuntamiento y no había espacio disponible para instalarlo», detalló.