Sin que sirva de precedente, el hombre del tiempo acertó. Con puntualidad británica sobre las previsiones meteorológicas, el temporal descargó ayer con fuerza en Mallorca y se anunció con un cielo oscurecido que recordó la devastadora tempestad de 2007. Afortunadamente, ambas tormentas no fueron comparables.
A las dos de la tarde, parecía que eran las siete. Un cielo negro y una bajada de las temperaturas presagiaba que un chubasco se estaba acercando. Una hora después, Andratx, Calvià y Palma recibieron un aguacero. Bomberos, policías, guardias civiles y el centro de emergencias del 112 se vieron desbordados por los continuos incidentes que la lluvia registraba a su paso: inundaciones, árboles caídos, coches atrapados en riadas improvisadas y desprendimientos en carreteras. Poco después, el temporal se adentró en la Part Forana. En la carretera que une Porto Petro-Cala d'Or, a la altura del restaurante Los Leones, un río de agua arrastró dos coches y las patrullas de la Guardia Civil se emplearon a fondo para rescatar a los ocupantes. Uno de los conductores sufrió hipotermia porque su coche quedó lleno de agua y no podía salir.
Además, la Benemérita informó de que una persona había resultado herida al ser alcanzada por un árbol que le cayó encima, como consecuencia del temporal. La lluvia cayó con mucha fuerza y en el Port d'Andratx, por ejemplo, se registraron más de 50 litros por metro cuadrado en sólo quince minutos. En Palma, la situación fue complicada durante cerca de una hora. La carretera de Andratx a Estellencs permanecía anoche cerrada por desprendimientos.