Al contrario de lo que manifestó el concejal de Urbanismo de Sant Josep, Javier Marí, el informe favorable del Consell otorgado al establecimiento Blue Marlin para que acometa una obra de adecuación en base a la Ley Turística no paraliza ni impide ejecutar la orden de derribo que pesa sobre las ampliaciones sin licencia realizadas en el beach club, que consisten en un aumento de superficie del local (227m2), la construcción una nueva terraza (670 m2) y dos porxades de 30 m2 cada una, todas obras calificadas como infracciones graves.
El conseller de Territori, Mariano Juan, insistió ayer en que la disposición cuarta de la Ley General Turística establece que solo se pueden autorizar nuevas reformas para mejorar la accesibilidad o el ahorro energético de los establecimientos turísticos a fin de que queden «adecuadas», es decir, legalizadas, en caso de que incumplan los parámetros urbanísticos. «Pero si hay obras ilegales (anteriores) son ilegales, y más cuando estamos hablando de un sitio que está afectado por la Ley de Espacios Naturales, como es el caso», destacó el conseller, que indicó que esta ley «para nada» paraliza esta orden de demolición.
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