La alcaldesa de Vila, Pilar Marí, defendió ayer la «compatibilidad» del uso público y comercial en el espacio de la zona portuaria conocida como es Martell (muelle viejo, donde se encuentra la antigua estación marítima). «La única cuestión a la que no podía renunciar la Autoritat Portuària (APB) es habilitar en la zona un espacio para dar servicio a las embarcaciones», explicó a través de un comunicado en el que recalcó que se han tenido en cuenta «todas las sugerencias que aportó el Consistorio para la redacción del proyecto». En este sentido, Marí destacó que el presidente de la APB, Alberto Pons, manifestó que «el impacto del edificio será minímo y que, con la demolición del actual inmueble, el nuevo se ubicará en uno de los extremos, con lo que la nueva estructura sería totalmente compatible con una zona para los ciudadanos, consideramos que es posible compatibilizar ambos usos».
Cabe reseñar que el anterior presidente de la APB, José María Urrutia, afirmó en una de sus últimas visitas a Eivissa, concretamente en febrero del año pasado cuando comunicó que todo el tráfico regular de pasajeros y mercancías (menos el de Formentera) se trasladaría a los muelles de es Botafoc, que la zona de es Martell y la estación marítima que quedaría liberada con el traslado del tráfico se dedicaría a la construcción de «un edificio dedicado a los servicios comerciales», tal y como recogió este periódico en febrero del año pasado, como podrían ser restaurantes, bares, un kiosco y una oficina de información turística. Se buscará que este edificio, según las palabras de Urrutia del año pasado, «no dificulte la visión panorámica de la zona y que todos los ciudadanos puedan disfrutar de la zona». En esta misma línea, en el comunicado que emitió ayer el Ayuntamiento de Eivissa la alcaldesa reseñó que «tanto la APB como el Ayuntamiento comparten la idea de que esa zona se convierta en un espacio público para la ciudad».
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