El concejal de EPIC en el Ayuntamiento de Vila, Antonio Villalonga, se defendió ayer de unas acusaciones sacadas a la luz por el informativo de la Televisió d'Eivissa i Formentera (TEF), en las que se asegura que cuando ostentaba el cargo de presidente en una cofradía religiosa falsificó la firma de la vicepresidenta con el fin de poder cobrar un dinero. «Se tratan de represalias y de una operación de intimidación por parte de un determinado grupo de comunicación al no estar de acuerdo con la propuesta que hemos presentado para el reparto institucional de publicidad», alegó el concejal a este periódico.
De esta manera, Villalonga indicó que los hechos ocurrieron hace más de una década. «Se trata de temas internos de una entidad religiosa que ocurrieron en diciembre de 2001 y ya se aclaró todo en una asamblea», indicó Villalonga. De hecho, tal y como consta en el acta de dicha cofradía, se aprobó por «unanimidad» el estado de la cuentas.
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