Vicente Cardona Roig es el nuevo delegado en Eivissa y Formentera del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Balears, en sustitución de Carlos Ferrer. Explica que desde Palma le propusieron formar parte de la junta directiva y que, después de «pensárselo un poco», finalmente accedió. Actualmente en las Pitiüses hay unos 36 colegiados.
—¿Cuáles son los principales problemas con los que se encuentran los ingenieros industriales aquí en Eivissa?
—Nuestra profesión aquí se enfoca básicamente a proyectar instalaciones eléctricas, instalaciones de aire acondicionado, de calefacción, de ascensores, de fontanería y saneamiento. Nos encontramos con el problema de que hay muchas actividades que en este momento carecen todavía de proyecto de actividad. Muchas tiendas antiguas y negocios no tienen ningún tipo de proyecto que haya realizado un ingeniero. Además, la gente no revisa las instalaciones.
—Esto puede resultar peligroso, ¿no?
—Sí, cada instalación tiene un tiempo para revisarse y estas revisiones no se hacen.
—¿Cuántos inmuebles puede haber sin proyecto?
—Es complicado saberlo, tampoco los ayuntamientos tienen cifras. Pero sí, puede que haya un 30% de antiguas actividades que no tengan licencia.
—Supongo que es un problema sobre el que tratan de concienciar a la gente.
—Sí, intentamos concienciar a todo el mundo de que tienen que hacer las revisiones, de que tienen que contar siempre con el proyecto de instalación correspondiente. A veces pasa que se incendia un edificio y quizás es porque la instalación eléctrica no estaba en buen estado. O cuando una persona se electrocuta. También cuando las instalaciones de gas no están en buen estado puede haber fugas. Pueden dar problemas también ascensores no revisados o instalaciones contra incendios que no están hechas.
—¿Tienen alguna reclamación para las instituciones?
—La verdad es que con nosotros se portan muy bien, su actitud siempre ha sido exquisita y no tenemos ninguna pega. Y, bueno, a nivel más particular sí que estamos en contra de las prospecciones petrolíferas, igual que aquí el Consell y todas las instituciones están en contra.
—Pero en una planta petrolífera trabajan ingenieros, ¿no?
—Sí, suele haber, pero de aquí ninguno.
—Me refiero a que quizás es una cosa que podría dar trabajo al gremio de ingenieros industriales
—No, no, no. No le vemos ningún beneficio, solo le vemos riesgos. Si pasa cualquier cosa tenemos un desastre.
—¿Qué retos tiene como delegado del colegio aquí en Eivissa y Formentera?
—Intentar que se haga formación para ingenieros aquí en Eivissa.