Alrededor de 10.000 trabajadores del sector de la hostelería de las Pitiüses, de unos 112.000 de Balears, ven peligrar sus condiciones laborales ante la temporada turística si patronal y sindicatos no llegan a un acuerdo en el convenio de hostelería, cuyas negociaciones empezaron con mal pie el pasado lunes en la reunión de la mesa negociadora. De hecho, el secretario general de la Federación de Hostelería y Comercio de Balears de CCOO, Ginés Díez, se desplazó ayer a Eivissa por motivos de reorganización interna del sindicato y aprovechó para explicar la situación. «Habrá que negociar mucho para intentar evitar el conflicto colectivo este verano en Balears. Lo tenemos complicado», dijo ayer.
En la primeras reunión de la mesa negociadora el lunes, los sindicatos iban a entregar una plataforma conjunta de UGT y CCOO, «pero nos encontramos con la sorpresa de que la patronal presenta también su plataforma reivindicativa, los trabajadores son los que reivindican y las patronales conceden o no». Además, otra de las novedades es que las patronales han nombrado a un nuevo asesor patronal, un bufete de abogados de Madrid «dedicado a las externalizaciones de los centros de trabajo, el despacho que lleva el ERE de Coca Cola y nos da malos presagios».
Díez aseguró que la patronal «contempla una subida salarial cero, pero como son tan buenos, a los trabajadores les ofrecen una subida salarial en torno a los diez euros mensuales; vamos a tener una conflictividad muy fuerte y hay que negociar mucho porque el cambio es sustancial». También apuestan por contrato de fijos continuos desregularizados, a tiempo parcial, aprendizaje o de formación así como la externalizaciones de los servicios, que rechazan los sindicatos, salvo el caso de los servicios de seguridad «pero el resto de la unidad productiva, comidas y bebidas o limpieza, pelearemos por mantenerlo». Tampoco comparten los argumentos empresariales de que hay que bajar costes, «no nos pueden comparar con África y nos hablan de costes cuando venimos de una temporada turística boyante y la rentabilidad subió a más de un 6% en 2013, no me lo invento porque está en el Instituto Nacional de Estadística y en eso nos basamos pero realmente no han creado empleo, sólo se ha generado empleo basura». Diez asegura que la patronal «quieren flexibilidad laboral, achinarnos y tener a los trabajadores de la hostelería asustados y atemorizados con el miedo a perder el puesto de trabajo». Con la propuesta de los empresarios, aseguran que los fijos discontinuos podrían dejar de recibir la prestación por desempleo tras acabar su contrato.